Ana Carolina Silva, una de las representantes de Portugal en el programa Jóvenes Líderes Iberoamericanos, es partidaria de una integración mayor entre España, Portugal y los países iberoamericanos.
 


A sus escasos 22 años, esta brillante estudiante de Finanzas de la Catolican-Lisbon School of Business and Economics fue seleccionada por la Fundación Carolina y Banco Santander entre cientos de jóvenes de toda Iberoamérica para formar parte del programa Jóvenes Líderes Iberoamericanos. Para ello, Ana Carolina Silva, con un currículo académico de excelencia y especializada en relaciones internacionales, tuvo que acreditar sus proyectos personales y habilidades sociales entre decenas de candidatos.

“Haber llegado aquí es una oportunidad para conocer a jóvenes con muy buenas ideas políticas y sociales de España, Portugal y de toda Iberoamérica”. Muy consciente de la oportunidad que tenía a su alcance durante unas jornadas trepidantes, no dudó en hacer hincapié en las reuniones de grupo en un tema que para ella era de especial relevancia; el nexo entre España, Portugal y los países americanos de hablas hispana y portuguesa: “Es importante que España y Portugal estrechen lazos entre sí para poder acercarse a América. Por su historia común y por su idioma tienen la oportunidad de ser un puente entre América y la Unión Europea”.

Su preocupación no es casual. De hecho, casi todos sus compañeros asienten cuando ella hace referencia a esta necesidad. En un momento histórico en que cada vez se hacen más evidentes las necesidades de pactos transnacionales que permitan un mayor progreso social, tecnológico y de emprendimiento, parece evidente, como señala Silva, -“casi un acto reflejo”- encontrar lazos en países con quienes Portugal comparte cultura, historia, idioma y relaciones diplomáticas: “A día de hoy guardamos buenas relaciones, pero cada vez es necesaria más cooperación”.

El apretado calendario de las jornadas -que le llevaron a visitar las principales sedes políticas de la Unión Europea o a ser recibida por SSMM los Reyes- dejó, pese a todo, hueco para que intercambiase opiniones con otras jóvenes promesas políticas y sociales de países como Argentina, México, Chile o El Salvador. Hablaron, según nos cuenta, de los retos a los que se enfrenta su generación: desigualdad, migración, exclusión social o cambio climático. “Muchos problemas son comunes a todos nuestros países. Es importante que nos comuniquemos entre nosotros y que expliquemos las distintas ideas que tenemos para solucionarlos”.

Ana Carolina, al igual que otros muchos jóvenes del programa, se muestra crítica con conductas que generaciones anteriores a la suya han llevado a cabo en distintos países del mundo, y subraya que la igualdad y el progreso del colectivo deben ser el gran reto a alcanzar por parte de su generación. El progreso debe ser colectivo, debe ser parte de un proceso en el que todos contribuyamos, y tiene que estar basado en el conocimiento. Es la única forma de superar los desafíos a los que nos enfrentaremos en el futuro”.