Ayudas públicas para limitar el aumento del coste de la vida solamente para los más vulnerables
Según el IMFBlog, al contrario de lo que ocurre en muchos países, los gobiernos deberían permitir que los precios internacionales se trasladen a los precios domésticos, protegiendo a los hogares más vulnerables y reforzando las redes de seguridad social, en vez de tratar de proteger a todos.
Puntos principales del artículo del FMI:
- Margen fiscal limitado tras la pandemia: Muchos gobiernos han tratado de limitar la subida de los precios o mitigar su impacto económico a medida que los precios de la energía y de otras materias primas, como los alimentos, aumentaban a nivel internacional. Entre otras medidas, se han aplicado reducciones de impuestos o subvenciones directas. Estas medidas de apoyo público tienen un coste e implican presiones adicionales a unos presupuestos que ya estaban bajo presión por la pandemia.
- Durante los cuatro primeros meses del año, la subida de los precios internacionales de los combustibles se ha trasladado a los consumidores nacionales en menor medida que en el mismo período del año anterior. El impacto en los precios domésticos ha sido mayor en las economías avanzadas y menor en los países emergentes y en desarrollo exportadores de petróleo (como Oriente Medio, el Norte de África y el África subsahariana). En muchos casos, sufrir menos la subida de los precios de los carburantes implicará futuros recortes en otros servicios públicos.
- Las políticas gubernamentales deben ser temporales y estar dirigidas a las personas vulnerables no a todos por igual: Además de proteger a los más necesitados, es una medida menos costosa que mantener los precios artificialmente bajos para todos, independientemente de la capacidad de pago de los beneficiarios. También es una forma de permitir señales de precios que resultan cruciales para que la demanda y la oferta se ajusten, y se anime a la gente a ser más eficiente energéticamente:
- Los habitantes de los países de bajos ingresos son los más vulnerables a la subida de precios: los alimentos representan el 44% del consumo por término medio, frente al 28% en las economías de mercado emergentes y el 16% en las economías avanzadas.
- Los hogares con mayores ingresos tienden a utilizar más combustible que los de menores ingresos.
- La respuesta de la demanda puede ser considerable en el caso de la energía, pero mucho menos en el de los alimentos, ya que la gente necesita comer más o menos la misma cantidad. El FMI aconseja permitir la transferencia de precios en los alimentos, siempre que se proteja a los más vulnerables y no se ponga en peligro la seguridad alimentaria.