Enrique Feás explica en este artículo publicado por el Real Instituto Elcano la propuesta del Plan de Recuperación económica presentado por la Comisión Europea el pasado 27 de mayo. El paquete pretende dotar de un impulso fiscal a la Unión Europea para iniciar la recuperación económica en la eurozona una vez superada la pandemia.
El autor valora muy positivamente la propuesta de la Comisión, no solo por ser un paso adelante en el proceso de integración europea sino también porque puede ser “una magnífica oportunidad para acometer una auténtica transformación estructural de países como España”.
El artículo detalla las cifras y los instrumentos financieros del “Plan de Recuperación Económica”, pendiente de discusión y aprobación por el Consejo Europeo en los próximos meses, y que constaría de dos partes fundamentales:
Esta segunda línea estaría financiada con la emisión de una deuda extraordinaria a 30 años con cargo al presupuesto, y permite la posibilidad nuevos recursos comunitarios, como un impuesto digital o un impuesto al carbono.
Según el autor, otra novedad importante en el uso de estos fondos sería su distribución, que no estaría basado en criterios ordinarios, sino en función de lo afectados que se hayan visto los países durante la crisis de la covid-19.
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Según AFME, un marco regulatorio más claro, coherente y proporcionado, sin capas innecesarias y centrado en crecimiento y competitividad, es clave para aumentar la confianza, movilizar capital privado y profundizar los mercados de capitales europeos.
Según el Center for the Governance of Change de IE University, los europeos apoyan el avance tecnológico cuando refuerza seguridad, inclusión y bienestar social, pero muestran resistencia si el cambio se percibe impuesto, opaco o contrario a sus valores.
Según un informe reciente publicado por CEPS, los reguladores financieros europeos deberían adoptar la competitividad como un objetivo secundario formal, siguiendo el precedente establecido por la Financial Services and Markets Act de 2023 en Reino Unido.
Según la OCDE, las pymes y start-ups que crecen rápidamente contribuyen decisivamente a la creación de empleo, el crecimiento económico y la competitividad. Las de alto crecimiento (un tercio en tres años) generan tanto empleo como las grandes empresas.
Según @McKinsey, los bancos deben prepararse para una nueva curva de crecimiento. La precisión estratégica —combinar tecnología, disciplina de capital y conocimiento profundo del cliente— distinguirá a los líderes de los rezagados.
Según Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, para impulsar el crecimiento se necesitan tres cosas: mejorar la regulación para dinamizar la iniciativa privada, profundizar la integración regional y prepararse para aprovechar el potencial de la IA.
Según The European House–Ambrosetti, la UE tiene una oportunidad de impulsar competitividad y crecimiento a través de la simplificación normativa y supervisora, sobre todo en materia de sostenibilidad y en el sector financiero.
Según Ramón Casilda Béjar, España, en el complejo panorama geopolítico actual, tiene la oportunidad de fortalecer su rol como puente entre Iberoamérica y la UE, revitalizando inversiones en las dos direcciones.
Según el @ECB, en episodios de crisis, se recurre al efectivo como reserva de valor fiable y medio de pago resiliente, lo que resalta su papel crucial más allá de su relevancia en las transacciones diarias de pagos.
Según Juan S. Mora-Sanguinetti, en España un aumento del 10% en el volumen de regulación provoca una caída del 0,5% en el empleo de las empresas con menos de 10 trabajadores.
Según Hélène Rey: “En un mundo donde las stablecoins, en particular aquellas vinculadas al dólar, se conviertan en una herramienta de pago global importante, debemos prepararnos para consecuencias de gran alcance”.
@judith_arnal propone reformas para que la UE avance en la simplificación regulatoria, empezando por consensuar qué significa, con la competitividad como pilar, además de mecanismos de coordinación y un rediseño de la gobernanza.