El Instituto de Estudios Económicos (IEE), en su último informe de coyuntura económica de Julio 2022, incluye un análisis sobre la realidad de los beneficios empresariales y los riesgos que introducen las nuevas subidas de impuestos a los “beneficios caídos del cielo” de los sectores energético y bancario. En su opinión, la medida es ineficaz porque no ayudará a frenar la inflación, ineficiente porque tendrá consecuencias negativas para el conjunto de la economía superiores a lo que tiene previsto recaudar y no atiende a la realidad económica en España, donde los beneficios empresariales, incluyendo al sector financiero, continúan en un proceso de normalización.
Principales mensajes con relación a las nuevas subidas de impuestos:
- Destrucción de casi 72.000 empleos (de los cuales 35.000 por sector financiero) y cuatro décimas de PIB (la mitad por sector financiero) cada uno de los dos años que se han anunciado que estarán en vigor.
- Estos impactos incluirían los efectos negativos a corto y medio plazo y los impactos directos e indirectos por el efecto arrastre en el resto de la economía.
‑ La recaudación, en términos de PIB, se ha incrementado desde el 39,3%, en 2019, hasta el 41% a finales de 2021; es decir, un incremento de la presión fiscal de casi dos puntos.
‑ En los primeros meses de 2022 se han registrado niveles récord de recaudación, con un incremento en el acumulado hasta mayo del 27,7% con respecto al mismo período del ejercicio 2019.
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Según AFME, un marco regulatorio más claro, coherente y proporcionado, sin capas innecesarias y centrado en crecimiento y competitividad, es clave para aumentar la confianza, movilizar capital privado y profundizar los mercados de capitales europeos.
Según el Center for the Governance of Change de IE University, los europeos apoyan el avance tecnológico cuando refuerza seguridad, inclusión y bienestar social, pero muestran resistencia si el cambio se percibe impuesto, opaco o contrario a sus valores.
Según un informe reciente publicado por CEPS, los reguladores financieros europeos deberían adoptar la competitividad como un objetivo secundario formal, siguiendo el precedente establecido por la Financial Services and Markets Act de 2023 en Reino Unido.
Según la OCDE, las pymes y start-ups que crecen rápidamente contribuyen decisivamente a la creación de empleo, el crecimiento económico y la competitividad. Las de alto crecimiento (un tercio en tres años) generan tanto empleo como las grandes empresas.
Según @McKinsey, los bancos deben prepararse para una nueva curva de crecimiento. La precisión estratégica —combinar tecnología, disciplina de capital y conocimiento profundo del cliente— distinguirá a los líderes de los rezagados.
Según Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, para impulsar el crecimiento se necesitan tres cosas: mejorar la regulación para dinamizar la iniciativa privada, profundizar la integración regional y prepararse para aprovechar el potencial de la IA.
Según The European House–Ambrosetti, la UE tiene una oportunidad de impulsar competitividad y crecimiento a través de la simplificación normativa y supervisora, sobre todo en materia de sostenibilidad y en el sector financiero.
Según Ramón Casilda Béjar, España, en el complejo panorama geopolítico actual, tiene la oportunidad de fortalecer su rol como puente entre Iberoamérica y la UE, revitalizando inversiones en las dos direcciones.
Según el @ECB, en episodios de crisis, se recurre al efectivo como reserva de valor fiable y medio de pago resiliente, lo que resalta su papel crucial más allá de su relevancia en las transacciones diarias de pagos.
Según Juan S. Mora-Sanguinetti, en España un aumento del 10% en el volumen de regulación provoca una caída del 0,5% en el empleo de las empresas con menos de 10 trabajadores.
Según Hélène Rey: “En un mundo donde las stablecoins, en particular aquellas vinculadas al dólar, se conviertan en una herramienta de pago global importante, debemos prepararnos para consecuencias de gran alcance”.
@judith_arnal propone reformas para que la UE avance en la simplificación regulatoria, empezando por consensuar qué significa, con la competitividad como pilar, además de mecanismos de coordinación y un rediseño de la gobernanza.