Incumpliendo los objetivos globales de reducción de emisiones de GHG

El informe publicado por la UNEP (United Nations Environmental Program) sobre la brecha de emisiones en 2022 (Emissions Gap Report 2022) muestra cómo los planes de los países para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) deben ser más ambiciosos para poder limitar el calentamiento global a 1,5ºC, ya que las políticas actuales apuntan a un aumento de 2,8 ºC. Según el informe, el enfoque gradual actual de los países ya no es una opción y se necesita una transformación urgente de todo el sistema para evitar el desastre climático. A tal fin, el informe ofrece recomendaciones en distintos sectores, incluido el financiero. 

Otros puntos destacados

• Avances muy limitados en la reducción de los GEI desde la COP 26 (Glasgow 2021). Se prevé que las políticas actuales, si no se adoptan medidas adicionales, provoquen un calentamiento global de 2,8°C en el siglo XXI. De hecho, las emisiones mundiales de GEI podrían establecer un nuevo récord en 2021 tras la reducción vista durante la pandemia (las emisiones mundiales totales de GEI se redujeron un 4,7% de 2019 a 2020)
• Se necesitan objetivos más ambiciosos: Para poder limitar el calentamiento global a 1,5°C, las emisiones anuales globales de GEI deben reducirse en un 45% en sólo ocho años, y deben seguir disminuyendo rápidamente después de 2030. Aparte de establecer objetivos más ambiciosos, el informe reclama una transformación amplia, a gran escala, rápida y sistémica de la economía. Para ello aporta recomendaciones en distintos sectores, como el eléctrico, el industrial, transportes construcción alimentación y financiero.
• El sistema financiero desempeñará un papel relevante, pero tendrá que transformarse. La transformación hacia una economía verde requerirá inversiones de al menos 4-6 billones de dólares al año, una parte relativamente pequeña (1,5-2%) del total de activos financieros gestionados a nivel mundial, pero significativa (20-28%) en términos de recursos anuales adicionales que deben asignarse. El informe ofrece recomendaciones para que el sector pueda aportar los flujos de financiación necesarios, por ejemplo:
  - Hacer que los mercados financieros sean más eficientes, a través de una mejora de la información introduciendo taxonomías y mayores niveles de reporting climático.
  - Introducir precios de carbono, bien a través de impuestos al carbono o de mercados de emisiones y reduciendo subsidios a las energías fósiles.
  - Movilizar a los bancos centrales: los bancos centrales se están ocupando cada vez más de la crisis climática, pero se necesitan urgentemente medidas más concretas en materia de reglamentación.
  - Crear "clubes" climáticos de colaboración entre países, con iniciativas financieras transfronterizas, con compromisos financieros creíbles y planes con apoyo público que financien la descarbonización de la economía.