El “Informe de riesgos globales 2021” publicado por el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) antes de sus reuniones anuales en Davos, alerta este año de la gravedad de la crisis de Covid-19 y de sus múltiples ramificaciones, que se convertirán en un gran desafío en los próximos años, y de cómo condicionarán la eficacia de nuestra respuesta futura a otros riesgos clave como pueden ser los ciberataques, las armas de destrucción masiva y, especialmente, el cambio climático”.
El informe revela la magnitud de la crisis causada por la pandemia: "el coste humano y económico inmediato de la COVID-19 es severo y amenaza con dar marcha atrás a años de progreso en cuanto a la reducción de la pobreza y la desigualdad, debilitando aún más la cohesión social y la cooperación global”.
También destaca cómo los efectos secundarios de la crisis del Covid-19 se convertirán en un gran desafío en los próximos años y afectarán de manera decisiva la forma en que se gestionarán otros riesgos clave: “Las ramificaciones, en forma de malestar social, fragmentación política y tensiones geopolíticas, darán forma a la eficacia de nuestras respuestas frente a otras amenazas clave de la próxima década: ciberataques, armas de destrucción masiva y, sobre todo, el cambio climático”.
La clasificación de riesgos de este año está dominada por asuntos relacionados con el clima que el informe describe como "una amenaza existencial para la humanidad".
El informe destaca muchas otras categorías de riesgos globales, incluidas las siguientes:
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Según Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, para impulsar el crecimiento se necesitan tres cosas: mejorar la regulación para dinamizar la iniciativa privada, profundizar la integración regional y prepararse para aprovechar el potencial de la IA.
Según The European House–Ambrosetti, la UE tiene una oportunidad de impulsar competitividad y crecimiento a través de la simplificación normativa y supervisora, sobre todo en materia de sostenibilidad y en el sector financiero.
Según Ramón Casilda Béjar, España, en el complejo panorama geopolítico actual, tiene la oportunidad de fortalecer su rol como puente entre Iberoamérica y la UE, revitalizando inversiones en las dos direcciones.
Según el @ECB, en episodios de crisis, se recurre al efectivo como reserva de valor fiable y medio de pago resiliente, lo que resalta su papel crucial más allá de su relevancia en las transacciones diarias de pagos.
Según Juan S. Mora-Sanguinetti, en España un aumento del 10% en el volumen de regulación provoca una caída del 0,5% en el empleo de las empresas con menos de 10 trabajadores.
Según Hélène Rey: “En un mundo donde las stablecoins, en particular aquellas vinculadas al dólar, se conviertan en una herramienta de pago global importante, debemos prepararnos para consecuencias de gran alcance”.
@judith_arnal propone reformas para que la UE avance en la simplificación regulatoria, empezando por consensuar qué significa, con la competitividad como pilar, además de mecanismos de coordinación y un rediseño de la gobernanza.
Según @iee_org, España es uno de los entornos fiscales más exigentes para las empresas dentro del contexto europeo e internacional, lo que puede tener implicaciones relevantes en competitividad, atracción de inversión extranjera y expansión.
Según Christine Lagarde, para que el euro gane en relevancia internacional, Europa debe dar pasos decisivos completando el mercado único, reduciendo las cargas regulatorias y construyendo una sólida unión de los mercados de capitales.
Según el Banco de España, en un contexto de fuerte crecimiento de transacciones y precios, las condiciones en las que se otorgan las operaciones hipotecarias nuevas no muestran de momento señales de relajación en los estándares de concesión de préstamos.
Según McKinsey el capital privado europeo es la mitad que el de EE.UU. y será clave para impulsar la competitividad de la UE, fomentando la innovación, la escala empresarial y movilizando la inversión necesaria para cerrar la brecha con otras regiones.
Según el FMI los riesgos para la estabilidad financiera global han aumentado significativamente, impulsados por el endurecimiento de las condiciones financieras y una mayor incertidumbre comercial y geopolítica.