Respuesta europea a la crisis de Ucrania: Integración fiscal y autonomía estratégica

Federico Steinberg y Jorge Tamames, del Real instituto Elcano, analizan cuál puede ser la respuesta europea, en términos de política económica y fiscal, para salir de la crisis provocada por la guerra en Ucrania y el incremento de la inflación. En su opinión, será clave la posición de Alemania, en concreto si impulsa un nuevo modelo de gobernanza económica con mayor autonomía estratégica de la UE que permita al conjunto de la zona euro cambiar hacia una economía –más parecida a la de EEUU– en la que se confía más en la demanda interna y se aprovechan las ventajas políticas que implica emitir una moneda de reserva con mayor margen fiscal.

Principales mensajes del artículo:

• No existe una receta única para la prosperidad económica: Por ejemplo, Alemania con su modelo de austeridad y superávit por cuenta corriente y Estados Unidos con su modelo más apoyado en el consumo interno y menos en la austeridad.
  
  
• Austeridad económica para salir de la crisis financiera: Europa optó por esta receta mediante devaluaciones salariales internas y políticas de austeridad que implicaron un boom exportador y un superávit por cuenta corriente estructural del conjunto del área del euro, pero también contribuyeron a un importante descontento social, aumentos de la desigualdad y el ascenso de los partidos antisistema.
  
  
• Expansión fiscal durante la pandemia: La crisis económica provocada por la pandemia del Covid 19 generó una reacción de política expansiva sin precedentes en Europa y en la mayoría de los países, que en el caso de la UE se combinó con una respuesta coordinada y cooperativa de la que nacieron los fondos Next Generation.
  
  
• Respuesta a la crisis de Ucrania: A pesar de que la inercia de la política expansiva continua en Europa (reglas fiscales suspendidas hasta 2023), el nuevo entorno económico con fuertes presiones inflacionistas, unido a elevados niveles de deuda y déficit públicos, y peores perspectivas de crecimiento económico, configuran un cuadro inquietante de cara al futuro. A todo ello se une la necesidad de la UE de desarrollar una autonomía estratégica en distintos ámbitos.
  
  
• A mayor integración fiscal en la UE, mayor margen de maniobra: el conjunto de la UE, y la eurozona en particular, deberían considerar cambios en su modelo de crecimiento, donde la demanda interna jugara un papel más importante, de gobernanza económica y de mentalidad hacia una economía globalizada. Para ello será necesario avanzar en la unión fiscal y bancaria, lo que proporcionaría un amplio margen para implementar políticas de estabilización del ciclo económico y apoyo a los sectores vulnerables más afectados por la subida de los precios de la energía y los alimentos.