La crisis del covid-19 se suma a los retos previos del modelo de negocio bancario tradicional: presión en ingresos y baja rentabilidad (niveles bajos de tipos de interés y niveles más altos de capital), regulación más estricta (tras la crisis financiera anterior), y creciente competencia de nuevos jugadores: shadow banking y nuevos entrantes digitales.
En este segundo informe de la serie “CEPR/IESE sobre El futuro de la banca", los autores ofrecen un análisis en profundidad del sector bancario internacional. Una de las ideas principales del estudio es que el sector bancario sufrirá una situación de estrés por elevadas pérdidas crediticias una vez surjan insolvencias a gran escala entre las empresas y particulares debido a la recesión económica mundial provocada por la crisis del covid-19.
Y todo ello a pesar del que el sector inicialmente ha disfrutado de un momento positivo durante la pandemia, canalizando el flujo de crédito y los programas de préstamos de garantía pública a la economía, y disfrutando de medidas de flexibilidad por parte de reguladores y supervisores.
Entre otros muchos temas relevantes para el sector, el informe presta mucha atención a la “disrupción digital”, ya que es una de las tendencias previas a la crisis que se acelerará más tras la pandemia: “la digitalización recibirá un gran impulso, con nuevos entrantes desafiando a los bancos”, afirma. Esta situación proporciona muchos beneficios, pero también nuevos riesgos que requerirán respuestas regulatorias, especialmente unas normas que aseguren una competencia justa entre los bancos tradicionales y los nuevos entrantes.
Los autores consideran que "la disrupción digital plantea un desafío formidable para los reguladores, que deben adaptarse buscando un equilibrio entre facilitar la competencia y los beneficios de la innovación y la protección de la estabilidad financiera”.
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Según la OCDE, las pymes y start-ups que crecen rápidamente contribuyen decisivamente a la creación de empleo, el crecimiento económico y la competitividad. Las de alto crecimiento (un tercio en tres años) generan tanto empleo como las grandes empresas.
Según @McKinsey, los bancos deben prepararse para una nueva curva de crecimiento. La precisión estratégica —combinar tecnología, disciplina de capital y conocimiento profundo del cliente— distinguirá a los líderes de los rezagados.
Según Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, para impulsar el crecimiento se necesitan tres cosas: mejorar la regulación para dinamizar la iniciativa privada, profundizar la integración regional y prepararse para aprovechar el potencial de la IA.
Según The European House–Ambrosetti, la UE tiene una oportunidad de impulsar competitividad y crecimiento a través de la simplificación normativa y supervisora, sobre todo en materia de sostenibilidad y en el sector financiero.
Según Ramón Casilda Béjar, España, en el complejo panorama geopolítico actual, tiene la oportunidad de fortalecer su rol como puente entre Iberoamérica y la UE, revitalizando inversiones en las dos direcciones.
Según el @ECB, en episodios de crisis, se recurre al efectivo como reserva de valor fiable y medio de pago resiliente, lo que resalta su papel crucial más allá de su relevancia en las transacciones diarias de pagos.
Según Juan S. Mora-Sanguinetti, en España un aumento del 10% en el volumen de regulación provoca una caída del 0,5% en el empleo de las empresas con menos de 10 trabajadores.
Según Hélène Rey: “En un mundo donde las stablecoins, en particular aquellas vinculadas al dólar, se conviertan en una herramienta de pago global importante, debemos prepararnos para consecuencias de gran alcance”.
@judith_arnal propone reformas para que la UE avance en la simplificación regulatoria, empezando por consensuar qué significa, con la competitividad como pilar, además de mecanismos de coordinación y un rediseño de la gobernanza.
Según @iee_org, España es uno de los entornos fiscales más exigentes para las empresas dentro del contexto europeo e internacional, lo que puede tener implicaciones relevantes en competitividad, atracción de inversión extranjera y expansión.
Según Christine Lagarde, para que el euro gane en relevancia internacional, Europa debe dar pasos decisivos completando el mercado único, reduciendo las cargas regulatorias y construyendo una sólida unión de los mercados de capitales.
Según el Banco de España, en un contexto de fuerte crecimiento de transacciones y precios, las condiciones en las que se otorgan las operaciones hipotecarias nuevas no muestran de momento señales de relajación en los estándares de concesión de préstamos.