Santander ha reforzado su división de Multinacionales para ampliar y coordinar los servicios que ofrece en los mercados clave, con el objetivo de ayudar a las empresas a expandirse más allá de sus fronteras de forma ágil y eficaz. 

+18.000 empresas

desde grandes compañías, hasta pymes

+18.000 empresas

desde grandes compañías, hasta pymes

El área de Multinacionales trabaja con más de 18.000 empresas, desde grandes compañías que buscan construir fábricas en el extranjero con miles de empleados, hasta pymes que están dando sus primeros pasos hacia la internacionalización. El modelo operativo global de Santander y su inversión en plataformas digitales le permiten atender a clientes en unos 40 mercados, ofreciendo en cada uno de ellos un servicio a medida, adaptado a las particularidades de cada país.

Santander Multinationals opera en 14 mercados en los que el banco tiene presencia en banca comercial: Alemania, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, Estados Unidos, México, Perú, Polonia, Portugal, Reino Unido, Uruguay, y también China, a través de un acuerdo con Bank of Shanghai. Además, cuenta con oficinas de representación y bancos corresponsales en otros países de Asia, Oriente Medio y África.

Los servicios incluyen un proceso de on-boarding especializado, acceso a la herramienta de gestión de tesorería Cash Nexus, soluciones de divisa y cobertura de riesgos. Las empresas clientes también pueden trabajar con Getnet, compañía de Santander líder en soluciones de pago para comercios físicos y digitales.

Las empresas de mayor tamaño pueden acceder a los servicios especializados de CIB (Corporate & Investment Banking), mientras que los directivos que deben trasladar a sus familias o equipos a otros países pueden contar con los asesores de banca privada para gestionar sus finanzas personales. El servicio de Multinationals va más allá del apoyo financiero: ayuda a los directivos a entender los marcos regulatorios y los requisitos administrativos, que varían considerablemente de un país a otro.

Multinationals es un ejemplo práctico del modelo One Santander: un banco global que convierte la inversión inicial en nuevos servicios a nivel de grupo en ingresos adicionales en cada país, sin necesidad de grandes adaptaciones. Además, la integración digital permite replicar en otros países innovaciones que han demostrado su éxito.

A continuación, repasamos cómo trabaja el equipo de Multinationals en cuatro mercados clave: España, México, Brasil y Argentina.

En proyectos internacionales, actuar a tiempo puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.

El negocio multinacional forma parte del ADN de Santander desde su fundación en 1857, cuando el banco nació para facilitar el comercio entre el puerto de Santander y América Latina.

Hoy, España sigue siendo puente entre Europa y Latinoamérica. Un equipo multilingüe, ubicado en las principales ciudades del país, trabaja para que a las empresas españolas les resulte sencillo dar el salto internacional.

La posición estratégica de España como puerta de entrada al Atlántico ha despertado también el interés de empresas extranjeras. A los inversores latinoamericanos se han sumado en los últimos años compañías procedentes de EE. UU. y China.

Una de las principales dificultades a las que se enfrentan las empresas que inician una expansión internacional es abrir una cuenta bancaria y asegurarse de tener cubiertas sus necesidades de liquidez. El equipo de Multinationals ha invertido mucho tiempo en perfeccionar los procesos documentales y trasladarlos al entorno digital para agilizar los trámites.

Además, los profesionales de esta área del banco asesoran a los nuevos clientes empresas que llegan a España en aspectos legales y regulatorios y mantienen una comunicación constante con sus pares en Europa y Latinoamérica para ofrecer orientación práctica a las empresas españolas que buscan expandirse en mercados donde Santander cuenta con una sólida presencia.

La relación estrecha con los clientes permite al banco conocer en profundidad su perfil de riesgo y responder con agilidad cuando necesitan financiación adicional, avales a la exportación u otros instrumentos.

Y es que, en proyectos internacionales, actuar a tiempo puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.