25/11/2024
Pablo Jiménez
CEO de Getnet México

México es el segundo mercado de comercio electrónico más grande de América Latina y cuenta con un panorama de pagos tan diverso como su cultura, que combina métodos tradicionales y modernos. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por reducir al mínimo la circulación de efectivo, una proporción significativa de los casi 130 millones de mexicanos sigue sin estar bancarizada.

La dependencia del efectivo en México ha perdurado sobre muchos otros países de América Latina, pero se espera que el país continue adoptando pagos digitales y sea un referente en la región. A continuación, analizamos los cambios que se están produciendo y las oportunidades que crean. 

Dinero en efectivo

A pesar de la disponibilidad de opciones de pago sin efectivo en México, el efectivo sigue dominando los volúmenes de transacciones en 2024.

Casi la mitad de los hogares mexicanos aún no tiene cuenta bancaria y depende exclusivamente de la economía basada en efectivo para sus compras. Esto se debe en parte a problemas con la conectividad en línea, falta de confianza y miedo al fraude o falta de transparencia. 

El pago contra reembolso (Cash on Deliver o COD) es particularmente popular en México, ya que facilita una transacción fluida para las compras realizadas en línea, pero la transacción suele completarse utilizando dinero en efectivo.

Aunque se calcula que el dinero físico sigue representando el 44 % de las transacciones de consumo en México, su uso está disminuyendo a medida que otros métodos de pago empiezan a ganar terreno.  

La digitalización de los pagos

La industria de pagos de México está siendo testigo de varias tendencias emergentes que darán forma al futuro del mercado. Los pagos digitales, incluidos los pagos móviles y los monederos electrónicos, han comenzado a ganar popularidad, impulsados por la adopción generalizada de teléfonos inteligentes y la mejora de la conectividad a Internet.

Estas soluciones de pago digital ofrecen a los consumidores una serie de funciones que hacen que transferir dinero y comprar bienes sea más conveniente, ya que pueden completar transferencias de persona a persona, pagos de facturas y compras dentro de la aplicación fácilmente.

El mercado de pagos, que incluye los monederos digitales, se prepara para crecer de 103.370 millones de dólares en 2023 a 167.850 millones en 2028, a una tasa de crecimiento anual combinada (TCAC) de alrededor del 10 %. Este crecimiento subraya la creciente importancia de las billeteras digitales en el ecosistema de pagos de México.

Además de las billeteras digitales, existen otras alternativas de pago que están ganando impulso, como el modelo de comprar ahora y pagar después (Buy Now Pay Later o BNPL) y los pagos instantáneos. Se espera que la adopción de pagos BNPL crezca de forma constante durante el periodo de previsión, registrando una CAGR del 32 % de 2023 a 2028.

Igualmente se prevé que el mercado de pagos en tiempo real en México crezca a un ritmo del 8,6 % de 2022 a 2027, lo que indica que una parte importante de la población mexicana está adoptando este método de pago rápido.

Choque de tarjetas: ¿la gente prefiere crédito o débito?

También ha habido un aumento notable en la adopción de tarjetas de pago. El mercado mexicano de tarjetas y pagos ascendió a 157.000 millones de dólares en 2023 y se espera que siga creciendo con una CAGR superior al 13 % hasta 2027.

Cuando se trata de compras en línea, tanto las tarjetas de crédito como las de débito están en una trayectoria ascendente.

En los primeros siete meses de 2024 las tarjetas de débito representaron aproximadamente entre el 59 y el 61% del volumen de México. De acuerdo con CONDUSEF en 2023, los tarjetahabientes mexicanos prefirieron pagar transacciones de comercio electrónico con tarjeta de débito (representando 69.6% del total de transacciones). Sin embargo, el ticket promedio es menos de la mitad de una tarjeta de crédito (promedio de $27 USD por transacción).

El uso de tarjetas de crédito también está creciendo y su popularidad se debe en gran medida a su capacidad de proporcionar a los consumidores una mayor flexibilidad financiera. Esto supone un importante paso para dejae atrás el dinero en efectivo y podría ser un trampolín vital para que los consumidores adopten nuevas opciones de pago.

Está claro que los consumidores locales están dispuestos a explorar métodos de pago digitales alternativos, impulsados por su comodidad y rapidez. Las tendencias actuales indican que en México se producirá un aumento continuado en la adopción de pagos digitales.