Bruegel publicó esta semana un nuevo informe analizando qué pasaría en la Unión Europea (UE) si se interrumpiera el flujo de gas ruso. La principal conclusión es que la UE no solo podría pasar el próximo invierno sin gas ruso, sino que lo haría sin experimentar una catástrofe económica o interrupciones. Para que esto suceda, habría que superar grandes desafíos técnicos y reglamentarios y en el peor escenario, la UE tendría que reducir su demanda anual de gas natural en un 10-15%, ya que las importaciones de gas no rusas serían insuficientes para completar suficientemente la capacidad de almacenamiento de Europa antes del próximo invierno.
Principales conclusiones del informe de Bruegel:
1. No hay importaciones rusas: La UE no tendría más remedio que recortar su demanda anual de gas en un 10-15%.
2. Importaciones rusas limitadas: La UE seguiría sufriendo un mercado de gas altamente volátil.
3. Se mantiene la media de importaciones rusas: El stock de gas se repondría fácilmente y, por lo tanto, los precios serían más bajos.
- Garantizar que se traiga la mayor cantidad de gas posible a la UE: se necesitará la intervención pública para garantizar importaciones suficientes y evitar que las empresas privadas compitan entre sí.
- Distribuir de manera justa el stock de gas almacenado entre los distintos países.
- Reembolsar a las empresas la diferencia monetaria en caso de que los precios acaben por debajo de los 70 €/MWh el próximo invierno, proporcionando así un incentivo para que las empresas compren y almacenen gas.
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