Estos nuevos ejemplares tienen entre sus principales características el ser eco-amigables, pues están hechas de PCV reciclado, junto con ser verticales y contar con atractivos diseños. Se trata también de un producto inclusivo, gracias al corte en la parte inferior que permitirá a personas no videntes saber en qué dirección utilizarla.
En materia de seguridad también hay importantes avances, pues solo son visibles por el reverso el nombre del titular y los últimos cuatro dígitos de la Tarjeta, funcionando igual que otras tarjetas en comercios presenciales y cajeros automáticos. De esta forma, se eliminan los datos que no son necesarios para la compra en establecimientos físicos, brindando mayor protección ante eventuales intentos de fraude. En tanto, para compras online, el cliente contará con un CVV dinámico por cada transacción que realice y que podrá consultar fácilmente -al igual que el número completo de la tarjeta y su fecha de vencimiento- en su sitio privado del Banco y en la app. En el caso de los enrolamientos en servicios de streaming u otros (como Uber, Netflix, Cornershop, etc.) bastará ingresar una vez el CVV.
Desde enero, los nuevos clientes que tengan asociada una tarjeta de débito o crédito Santander ya pueden contar con esta nueva versión más sustentable y segura bajo la marca Visa. En tanto, a contar de febrero los clientes antiguos están siendo invitados a la renovación de sus tarjetas. Esto implica que todo su historial, así como los PAT, serán traspasados, sin cambios en sus condiciones ni costos y manteniendo los mismos beneficios.
Cabe recordar que Santander cuenta con máquinas embosadoras en todas sus sucursales, permitiendo a los clientes contar con sus nuevas tarjetas de débito o crédito en pocos minutos, las que pueden ser activadas y utilizadas de forma inmediata una vez emitidas.