El informe Digital Finance 2.0 señala el uso de inteligencia artificial y las aplicaciones para smartphones como medios para aumentar el acceso a los servicios financieros.

Un total de 1.700 millones de personas en todo el mundo están excluidas del sistema bancario. Mejorar su acceso a la financiación brindará importantes ventajas económicas y sociales.

Santander aspira a empoderar financieramente a 10 millones de personas antes de 2025 mejorando su acceso a servicios financieros básicos y apoyando a familias de rentas bajas y a colectivos vulnerables, principalmente en Brasil, Argentina, México, Chile y Uruguay. También existen programas para mejorar la educación financiera y la toma de decisiones en este sentido de las personas en Europa y América.

Se estima que las innovaciones en banca digital podrían desbloquear al menos 49.000 millones de euros en nuevos préstamos y otros servicios financieros para los 200 millones de personas que actualmente no tienen acceso a servicios bancarios en Latinoamérica. Sólo en la primera mitad del año, Santander ha ayudado a más de 470.000 personas en Latinoamérica a través de iniciativas de microfinanzas: pequeños préstamos que pueden tener un gran impacto.

Sergio Rial, CEO de Santander Brasil y responsable de la región de Latinoamérica, señaló: “Los microemprendedores son fundamentales para conseguir reanudar el ciclo de desarrollo de Brasil, ya que crean puestos de trabajo y contribuyen a mover recursos allí donde estos efectos son más apreciables. Tenemos la obligación de buscar niveles de participación de empresas locales en la economía que sean comparables a los de los países más desarrollados. Para ello, apoyaremos a nuestros millones de microemprendedores para que hagan realidad sus sueños”.

A Bernadette, una costurera de 67 años de Paraisópolis (Brasil), un micropréstamo le permitió alquilar una pequeña tienda y comprar dos máquinas de coser. Trece años después, su éxito en la comunidad le ha permitido ampliar y modernizar su estudio y los habitantes de Paraisópolis se benefician de un servicio local que les ayuda a que sus prendas duren más tiempo. 

En Chalco (México), un crédito inicial de 5.000 pesos (255 dólares) ayudó a Rosa Hernández a incrementar la regularidad de su negocio, le enseñó a gestionar sus finanzas y le facilitó una cuenta en la que sus clientes podían pagar por sus servicios y en la que ella podía ahorrar dinero. Rosa dijo: “Me gusta saber que tengo dinero ahorrado para una emergencia porque si lo tuviera en mi casa… voy y lo gasto”.

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