Nuestra plantilla trabaja en un entorno flexible centrado en la diversidad y la inclusión, donde están evaluados no solo por lo que hacen sino por cómo lo hacen. Esta es una de las razones por las que hemos sido reconocidos por la revista Fortune como una de las mejores empresas para trabajar en el mundo.
 

Diversos estudios demuestran que el éxito de una empresa está destinado a aumentar si los empleados se sienten parte de ella. Nosotros apostamos por contribuir al desarrollo personal y profesional de nuestros trabajadores para que todos crezcamos juntos. Este compromiso nos ha llevado a ser incluidos por primera vez en el ranking que elabora la revista Fortune junto al Great Place to Work Institute, confeccionado a partir de una encuesta realizada a empleados de diferentes compañías en 58 países. El índice nos sitúa en el puesto 24 de las 25 mejores compañías para trabajar.

Los profesionales de Santander que participaron en el estudio de Fortune destacan que en el banco tratamos a los empleados de una manera justa independientemente de su raza, género u orientación sexual.

“Este reconocimiento es un gran paso adelante y una base sólida sobre la que construiremos un banco más responsable que no solo es excelente en lo básico, sino que también aborda los desafíos actuales”, recalcó nuestra presidenta, Ana Botín. 


Trabajadores orgullosos de formar parte de Santander

Conseguir que la plantilla desarrolle un sentimiento de pertenencia, agradecimiento y orgullo por trabajar en Santander es uno de nuestros objetivos. En la actualidad, el 91% de nuestros empleados están orgullosos de  formar parte de Santander. Es el caso de Ángel, científico de datos en el banco. “El día que me dijeron que iba a formar parte del equipo de Data Analytics pensé: ‘Jo, qué suerte’. Y varios años después sigo pensando lo mismo”. Desde que se incorporó a su puesto, su labor ha estado siempre conectada con la visión innovadora y tecnológica de nuestra entidad. “Me encanta saber que aporto valor y que estoy en un sitio donde se nos escucha y se nos permite ser creativos, donde siempre se valoran las ideas innovadoras. Si cada día me levanto con la misma ilusión que el primer día, yo creo que es una buena señal”, afirma.

Pero la historia de Ángel no es la única. La trayectoria de Gorka, del área de Captación, también dio un vuelco cuando comenzó su camino con nosotros.  “La gente se imagina que un banco es solo una oficina en la que pasas todo el día en frente de un ordenador. Pero realmente no es así”, cuenta Gorka. Desde hace un tiempo se dedica a explorar y poner en funcionamiento nuevos formatos, como los Work Café, el ambicioso proyecto en el que se ve inmerso. “Formar parte de este equipo me permite ser yo mismo porque mi labor es hacer que los demás puedan trabajar en un ambiente distinto, más libre, sin paredes ni rutinas encorsetadas. Hacerlo en un ambiente tan agradable es un lujo. Y si, además, el trabajo tiene un impacto tan grande en la vida de las personas, hacerlo se convierte en un privilegio”, explica. 

Cada trabajador tiene su propia historia. Y cada día es una oportunidad para reescribirla. Nosotros queremos ser parte de esa historia. Y que cada trabajador deje huella en la nuestra.

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