Las cuentas bancarias son como los bombones, hay tantos tipos como gustos y necesidades para que cada persona pueda elegir cómo prefiere depositar su dinero en el banco según sus preferencias, necesidades y circunstancias. 


Una cuenta bancaria es una identidad única que tu banco asigna para cada depósito. En ella, vamos almacenando nuestros ingresos para, mientras tanto, poder llevar a cabo gestiones financieras con la cantidad que vamos disponiendo. Estas gestiones pueden ser desde retirar o ingresar efectivo, hasta contratar ciertos servicios financieros, pasando por pagos o transferencias a otras cuentas desde la banca electrónica, por ejemplo. Así, las cuentas suelen ser nuestros pequeños centros de operaciones financieras desde los que controlamos nuestra salud financiera. Por ello, es clave que cada persona pueda decidir qué tipo de cuenta bancaria encaja mejor con sus necesidades y situación personal.

En una primera división general, podemos distinguir entre dos tipos de cuentas bancarias: las cuentas corrientes y las cuentas de ahorro. Ambas comparten ciertas características como la disponibilidad de liquidez (es decir, la capacidad de hacer ingresos y retiradas de dinero desde ellas en cualquier momento), son fáciles de abrir, pues basta con presentar un documento identificativo, y ofrecen un tipo de remuneración muy bajo o incluso nulo. Al mismo tiempo, tienen una importante capacidad operativa pues ofrecen la posibilidad de expedir tarjetas de crédito o débito asociadas a dicha cuenta bancaria, domiciliaciones, retiradas de efectivo, consultas, etc.

Dentro del amplio abanico de las cuentas bancarias, también podemos distinguir entre una cuenta nómina y una cuenta de inversión a plazo fijo. Para obtener la primera, es imprescindible domiciliar algún tipo de ingreso regular como una nómina o una pensión, y suelen ofrecer importantes ventajas tales como la supresión de comisiones por mantenimiento o bonificaciones. La cuenta de inversión a plazo, por su parte, hace referencia a aquellos depósitos bancarios que se invierten para generar mayor rendimiento, tienen una fecha de vencimiento específica en la que podrás retirar tu dinero y los intereses generados pero no podrás disponer de los recursos antes de la fecha pactada.

¿Qué cuenta bancaria debo elegir? A la hora de escoger qué tipo de cuenta funciona mejor para cada uno de nosotros debemos analizar también los gastos y comisiones que implican cada una, qué operativa ofrece por Internet,  si existen ofertas asociadas a la que más me interesa, y cuál me va a beneficiar en función de mi estilo de vida, edad y circunstancias.

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