La economía global se ha caracterizado, últimamente, por una alta volatilidad. Está marcada por los shocks de oferta y los crecientes riesgos geopolíticos. Pese a ello, la economía mundial ha ido mejor de lo esperado en 2023. En especial en Latinoamérica, donde se anticiparon al cambio de ciclo de los tipos de interés. El crecimiento será fundamental para avanzar en el proceso de desinflación de la región.

El contexto económico mundial del último año ha estado marcado por la inflación y el periodo de subidas de tipos de interés por parte de los bancos centrales para combatirla. No obstante, el consenso general actual es que Latinoamérica ha sorteado bien el endurecimiento de la política monetaria como respuesta a dichos retos económicos globales

América Latina reaccionó antes y mejor que sus pares en otras regiones y se ha adelantado al cambio de ciclo de los tipos de interés con una política monetaria anticipada. Esto ha posibilitado que varios bancos centrales, como el de Brasil, Chile o Uruguay, ya estén reduciendo los tipos de interés. Así, la inflación en la región ha seguido una trayectoria descendente hacia el objetivo de los organismos centrales, donde la inflación subyacente ha contribuido, aproximadamente, a la mitad del descenso. 

Políticas monetarias adecuadas

Ana Botín, presidenta ejecutiva de Santander, destacó el papel de los bancos centrales de los países de América Latina al anticiparse en la política monetaria para detener la inflación. “Es importante ver que América Latina está bien preparada para lo que está ocurriendo en este ciclo de subidas de tipos,” aseguró Botín en una rueda de prensa con periodistas latinoamericanos que se desplazaron a la Ciudad Grupo Santander para el XX Encuentro Santander América Latina. 

Ana Botín, presidenta ejecutiva de Santander
Ana Botín, presidenta ejecutiva de Santander

Por su parte, Juan Cerruti, vicepresidente de Estudios Económicos de Santander, también subrayó cómo la región está navegando la situación, cómo las divisas se mantuvieron fuertes y destacó que el crecimiento del PIB continuó en la mayoría de los países. “Esta vez fue diferente por la temprana reacción de los bancos centrales, los buenos niveles de precios de las materias primas y por los sólidos fundamentos macroeconómicos”, dijo Cerruti en una mesa redonda con los economistas jefes de Banco Santander de la región.  

Entre los motivos por los que la región ha gestionado el cambio de ciclo en los tipos de interés destaca la mejora de la situación macroeconómica, patente por una sólida posición externa. La región ha multiplicado por tres sus exportaciones en los últimos veinte años y la llegada de inversión extranjera directa alcanzó niveles récords. Según la presidenta de Santander, “en los próximos cuatro años, América Latina recibirá más inversión extranjera directa que Asia".

La independencia de los bancos centrales

Por otro lado, resalta la independencia que tienen los bancos centrales que ejecutaron esa rápida y contundente respuesta al repunte de la inflación. “Una de las cuestiones más importantes a la hora de invertir, no solo por la inversión extranjera, también por la nacional, es la fortaleza de las instituciones. Hoy en América Latina tenemos bancos centrales independientes,” dijo Ana Botín en la reunión con periodistas de hasta cinco países de América Latina. “Hoy tenemos un sistema financiero muy sólido, con niveles de capital, no solo con regulación, sino también con un nivel de supervisión”, añadió la presidenta de Santander. 

Todo es distinto a la década de los 80 cuando América Latina sufrió de manera directa la subida de tipos de interés dirigida por el entonces presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Paul Volcker, para parar la espiral de inflación, y que tuvo consecuencias directas en la región con la denominada “década perdida” para el desarrollo latinoamericano.

América Latina ha cambiado drásticamente en los últimos años, ha ganado en estabilidad económica e institucional, mientras que la reputación de los bancos centrales de la región no deja de crecer. “El desafío ahora será lograr reducir los tipos sin depreciar demasiado las monedas, lo que podría dificultar el proceso de desinflación”, explicó Cerruti. Y, como reflejó la Conferencia de Banca Internacional de Santander 2023, el crecimiento va a ser clave para avanzar en ese camino. 

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