Tus dispositivos digitales contienen toda tu vida online: aplicaciones bancarias, fotos personales, conversaciones privadas... sin embargo, muchas personas no son conscientes de que el software malicioso, conocido también como ¨malware¨, supone una amenaza muy real para ellos. Los ciberdelincuentes lo utilizan para espiar tu actividad, robar información como contraseñas e incluso tomar el control de tus dispositivos, con fines fraudulentos.
Señales de alerta
El malware rara vez se deja ver. En su lugar, funciona silenciosamente en segundo plano mientras tu dispositivo empieza a actuar de forma extraña. Tu ordenador o móvil se reinicia de forma inesperada, realiza acciones que nunca solicitaste, se vuelve frustrantemente lento, aparecen ventanas emergentes incluso sin navegar por internet… Aunque parezcan simples molestias, en realidad pueden ser señales de que un software malicioso ha infectado tu sistema.
Tu conexión a internet también suele verse afectada. La navegación se vuelve lenta y el consumo de datos aumenta sin explicación. Esto sucede porque el malware usa tu conexión para comunicarse con servidores criminales y enviar tu información personal o descargar más programas maliciosos.
Defensas sólidas
La mejor protección comienza con buenos hábitos digitales:
Respuesta a la infección
Si sospechas que tu dispositivo tiene malware, actúa rápido:
Prevenir siempre es mejor que curar cuando hablamos de malware. Mantener una buena higiene digital protege no solo tu dispositivo, sino también tu seguridad financiera y tu privacidad personal.