La financiación verde es la razón de ser del desarrollo sostenible: se trata de destinar nuestros recursos financieros a proyectos comprometidos con el medio ambiente. Las empresas, la sociedad y los individuos reman hacia esta dirección: ya se ha convertido en una tendencia generalizada, ¿pero cuáles son las claves de la financiación verde? ¿Cómo elegir entre todas las opciones disponibles?
La financiación verde hace referencia a aquellas inversiones y prácticas que son respetuosas con el medio ambiente. El interés mediático y social vivido en los últimos tiempos entorno a ella ha provocado que los flujos de financiación verde, liderados por los bonos verdes, crezcan a gran velocidad cada año, así como las alianzas que se producen en este sentido entre fondos, entidades y empresas. Ellos, mediante la puesta en marcha de instrumentos innovadores y productos financieros tradicionales, han colocado sobre la mesa un amplio abanico de posibilidades: desde bonos verdes, hasta inversiones de capital, pasando por préstamos. El objetivo último de todos ellos es lograr reducir las emisiones globales de carbono así como la puesta en marcha de tecnologías que permitan desarrollar nuevas formas de producción.
¿Cuáles son los aspectos clave que debe tener toda inversión con criterio verde?