La financiación verde es la razón de ser del desarrollo sostenible: se trata de destinar nuestros recursos financieros a proyectos comprometidos con el medio ambiente. Las empresas, la sociedad y los individuos reman hacia esta dirección: ya se ha convertido en una tendencia generalizada, ¿pero cuáles son las claves de la financiación verde? ¿Cómo elegir entre todas las opciones disponibles?


La financiación verde hace referencia a aquellas inversiones y prácticas que son respetuosas con el medio ambiente. El interés mediático y social vivido en los últimos tiempos entorno a ella ha provocado que los flujos de financiación verde, liderados por los bonos verdes, crezcan a gran velocidad cada año, así como las alianzas que se producen en este sentido entre fondos, entidades y empresas. Ellos, mediante la puesta en marcha de instrumentos innovadores y productos financieros tradicionales, han colocado sobre la mesa un amplio abanico de posibilidades: desde bonos verdes, hasta inversiones de capital, pasando por préstamos. El objetivo último de todos ellos es lograr reducir las emisiones globales de carbono así como la puesta en marcha de tecnologías que permitan desarrollar nuevas formas de producción.

¿Cuáles son los aspectos clave que debe tener toda inversión con criterio verde?

  1. En primer lugar, hay que tener una visión a largo plazo.
  2. A la hora de elegir una gestora para llevar a cabo dichas inversiones, debemos asegurarnos de que tiene una amplia y reputada experiencia en la materia, para que nos guíe de la mejor forma posible y fidedigna a los criterios de cuidado del medio ambiente.
  3. Al mismo tiempo, necesitamos cerciorarnos de que la gestora integra de forma interna, dentro de sus propias paredes, los criterios de inversión responsable. Para ello, debe mostrar transparencia, responsabilidad e implicación.
  4. Además, tenemos que estar seguros de que nuestra inversión va destinada a un proyecto que realmente busca tener un impacto positivo en la sociedad, y que está comprometido con el medio ambiente.
  5. Si decidimos apostar por un préstamo considerado “verde” es importante asegurarse de que su finalidad es incentivar la sostenibilidad medioambiental.

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