La educación, tanto en la etapa primaria, secundaria y universitaria, experimenta un profundo proceso de digitalización desde hace años. Los avances tecnológicos han impactado el aprendizaje y la enseñanza y aún queda por ver hasta dónde llega la Inteligencia Artificial en el sector educativo. La tecnología, además, juega un papel en la formación STEM y ayuda a los estudiantes con las capacidades que demanda el mercado laboral actual. 

En el escenario de la Cuarta Revolución Industrial, donde la docencia necesita de dispositivos móviles o interactivos, hay distintas corrientes a favor y en contra de la digitalización de las aulas. Por una parte, los defensores de las nuevas tecnologías aplicadas al sector educativo resaltan aspectos como la mayor motivación en el aprendizaje o la capacidad para atender necesidades específicas de las personas. En el lado opuesto, los que apuntan a un empleo pasivo del contenido, destacan la pérdida de la práctica del pensamiento crítico y creatividad en el aula o una mayor brecha digital por el precio de los dispositivos electrónicos.

La tecnología, en las aulas

El uso de aplicaciones digitales y plataformas virtuales en los centros escolares ha crecido en los últimos tiempos. Se prevé que sigan apareciendo nuevas tecnologías en el futuro. Esto supone un cambio en la formación de profesores y en el desarrollo de los planes académicos que nuevas experiencias educativas interactivas y habilidades, una mejora en la interacción maestro-alumno, tanto presencial como a distancia, y un proceso de enseñanza más adaptado a las necesidades del mercado. La digitalización en la educación también ofrece la adaptación de contenidos, nuevos modelos de evaluación, el uso herramientas de monitorización de datos estadísticos y otras metodologías para el aula del futuro.

El VI Estudio Global sobre el Uso de la Tecnología en la Educación, elaborado por BlinkLearning, indica que el 83% de los profesores encuestados utiliza herramientas digitales diariamente en las clases. Una de las conclusiones es que así se fomenta una comunicación más fluida y directa entre los alumnos y docentes, logrando una educación más individualizada. El empleo de las tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) no necesariamente implica mejores notas, pero sí tiene una incidencia positiva en aspectos como la autonomía, motivación o la comprensión tecnológica. 

A través de la integración de las nuevas tecnologías es posible desarrollar experiencias digitales que permitan una mayor interacción y la puesta en práctica de la resolución de problemas. La implementación de tecnología educativa (ed-tech) ofrece, entre otros, la posibilidad de digitalizar y almacenar la información en un mismo sitio; la interacción a través de servicios o aplicaciones en la nube con las que maestro y alumno comparten recursos de forma instantánea; y la simplificación del material escolar.

¿Es el final del libro de texto en la educación?

El uso de tabletas y pizarras electrónicas no significa, necesariamente, el fin de los libros físicos de texto. Es más, uno podría ser el complemento del otro. Por ejemplo, a la hora de consultar información puede ser más práctico el dispositivo electrónico, mientras que, para tareas como la lectura de un libro, el papel podría ser una buena opción.

Sin embargo, existen cada vez más centros educativos que implantan las nuevas fórmulas digitales. En ellas, el libro de texto se emplea ya como un apoyo de consulta, al ritmo que las tabletas y archivos electrónicos ocupan en algunos de ellos el 100% de las horas lectivas.

Otro ejemplo serían las conocidas como flipped classroom o clases invertidas, donde las explicaciones generales o lecturas se realizan fuera de la clase, utilizando las herramientas audiovisuales en los dispositivos electrónicos. Luego, son los estudiantes los que proponen debates, realizan preguntas o intercambian conceptos sobre lo aprendido, y es el profesor el encargado de acompañar dicho proceso.

Dejar el libro de texto como herramienta primordial para profesores es una metodología que, día tras día, gana más adeptos entre la comunidad educativa y que defiende una idea principal: los medios digitales aportan mayor conocimiento, más diversidad ideológica, promueven la creatividad y la apertura de pensamiento en los estudiantes.

La tecnología y la educación STEM

La innovación en el proceso de enseñanza y aprendizaje está ligada a la integración de las nuevas competencias y conocimientos requeridos en el mercado laboral. La digitalización está influyendo sobre la formación de las personas en capacidades tecnológicas y digitales para ser capaces de satisfacer la creciente demanda de científicos de datos y otros especialistas en los distintos campos tecnológicos. La revolución digital está impactando la demanda de carreras STEM (carreras relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Por ese motivo, el sector educativo también tiene el reto de integrar las STEM al plan curricular de un curso.

Según la iniciativa El Futuro de la Educación y Habilidades 2030 de la OCDE, “debemos sustituir los antiguos estándares de educación por un marco educativo que combine los conocimientos con las habilidades del siglo XXI: creatividad, pensamiento crítico, comunicación y colaboración”.

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