El mundo está experimentando una disrupción acelerada, impulsada aún más por el impacto de la inteligencia artificial en nuestras vidas, especialmente en el ámbito laboral. Este cambio anticipa grandes oportunidades para el desarrollo de la sociedad y la mejora de la competitividad empresarial, pero el ritmo tan vertiginoso con el que sucede implica también un enorme desafío: ¿estamos preparados para adaptarnos?
El informe Habilidades del futuro recoge los resultados de una amplia encuesta internacional realizada en 15 países* de Europa, Norteamérica y Sudamérica, incluyendo una población adulta total de 15.000 encuestados (1.000 por país) entre 18 y 65 años.
*Alemania, Bélgica, España, Francia, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, Estados Unidos, México, Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.
¿Qué percepción tiene la sociedad acerca de la formación continua y la transformación de las habilidades y competencias requeridas por el mercado laboral? Descubre, a continuación, las principales claves extraídas del informe:
De hecho, 8 de cada 10 encuestados siente la necesidad de seguir ampliando sus habilidades con formación continua. Las tres principales motivaciones para la formación continua son adaptarse a las demandas del mercado laboral y las nuevas tecnologías; mejorar la empleabilidad y la competitividad profesional; así como aumentar la eficiencia y la productividad en el trabajo. El 38% de los encuestados sienten que la formación recibida no los ha preparado adecuadamente para el mercado laboral y el 39% elegirían estudios diferentes a los cursados.
Aunque existe una clara disposición a seguir formándose (81%), los encuestados reconocen que el coste económico (44%) y la falta de tiempo (31%) son las grandes barreras para adquirir habilidades en la edad adulta.
La mayoría (58%) está de acuerdo con que su conocimiento será fundamental para acceder y mantenerse en el mercado laboral, pero existe una baja satisfacción con la formación recibida en esta materia.
La disrupción tecnológica y los nuevos hábitos de consumo provocan un cambio constante en las demandas laborales de las organizaciones. Las nuevas generaciones trabajarán en empleos que aún no existen, según 7 de cada 10 personas encuestadas.
El 43% piensa que las empresas deberían ser las responsables de la formación continua de sus empleados, mientras que el 29% de los encuestados asumen esta responsabilidad individualmente. Además, 1 de cada 4 atribuye este deber al sector público, aunque el 39% de las personas encuestadas percibe que la oferta de formación continua ofrecida por el sector público o las administraciones de su país es insuficiente.
Según el 45% de los encuestados, la experiencia práctica y la educación no formal (autodidacta, cursos, talleres, etc.) será más importante que la educación formal (por ejemplo, un grado). La tecnología y la digitalización encabezan las prioridades formativas para el desarrollo profesional, seguidas muy de cerca por el área de salud y bienestar.
El 45% de los encuestados prefieren programas de formación y contenidos impartidos por otros profesionales de referencia.
El rumbo personal y profesional estará marcado por el momento vital de cada uno, que asume el cambio y la incertidumbre como parte natural de su desarrollo. La mayoría de los encuestados (69%) prefieren modelos híbridos u online para la formación continua.
Santander tiene un compromiso de apoyo a la comunidad que se centra en la educación, la empleabilidad y el emprendimiento, y se complementa con iniciativas de educación financiera y asistencia a personas en situación de vulnerabilidad.
Una de sus principales iniciativas es Santander Open Academy, plataforma global de aprendizaje que facilita el acceso a formación a cualquier persona para que puedan desarrollar competencias y acceder a mejores oportunidades laborales.
Objetivo de inversión 2023-2026
400 millones de euros
en educación, empleabilidad y emprendimiento
En 2024
+ 2,2 millones
de personas y empresas ayudadas
En 2024
+ 1.100
universidades e instituciones de 14 países
La formación tradicional ya no es suficiente para afrontar los desafíos del mercado laboral actual. Aunque el 60% de los encuestados valora positivamente su educación reglada, un 38% considera que no los preparó adecuadamente para el mundo profesional. Esta percepción es más acusada entre los jóvenes y quienes solo han cursado estudios obligatorios. En contraste, quienes tienen formación universitaria muestran mayor satisfacción, lo que refuerza el papel de las universidades como catalizadoras de oportunidades.
La transformación del mercado laboral está marcada por la irrupción de la inteligencia artificial y la digitalización. El 70% de los encuestados cree que surgirán trabajos que aún no existen, y un 61% considera que la IA y la ciencia de datos serán las áreas más demandadas en los próximos cinco años. En este contexto, las plataformas digitales de formación continúan consolidándose como una alternativa. Aunque la gran mayoría (89%) admite no conocer estas herramientas que facilitan la actualización y reciclaje profesional, 6 de cada 10 personas manifiestan su disposición a utilizarlas.
Educación, empleabilidad y emprendimiento se presentan como pilares interconectados que deben gestionarse de forma conjunta para garantizar un desarrollo sostenible.
En este sentido, la necesidad de una responsabilidad compartida en la formación continua es patente. El 43% de los encuestados cree que las empresas deben liderar este proceso, mientras que el 29% lo asume como responsabilidad individual.
Aunque las grandes tendencias identificadas en este informe son globales, el análisis comparativo entre regiones revela algunas diferencias significativas. Europa lidera en movilidad profesional, pero muestra menor satisfacción con la formación recibida. Norteamérica valora más la experiencia práctica y la educación no formal, mientras que Latinoamérica destaca por su alta disposición a formarse por iniciativa propia.
En todas las regiones, la IA, la digitalización y las habilidades blandas son consideradas prioritarias para el futuro del trabajo.
El auge de la Inteligencia Artificial está cambiando no solo nuestra forma de trabajar, sino también de vivir y aprender. Con esta transformación llegan inmensas oportunidades: impulsar la productividad, mejorar la competitividad y crear nuevas formas de valor. Pero también plantea un serio desafío: ¿Estamos preparados y somos capaces de adaptarnos a este nuevo mundo? En Santander creemos que las empresas deben ser parte de la solución. Por eso vamos a invertir 400 millones de euros entre 2023 y 2026 para apoyarla educación, la empleabilidad y el emprendimiento. Con iniciativas como Santander Open Academy queremos promover el aprendizaje continuo, ayudando a las personas a adquirir y actualizar sus competencias, y a acceder a nuevas oportunidades para que nadie se quede atrás.