Fiscalidad empresarial y su impacto en la inversión y la productividad
El Instituto de Estudios Económicos (IEE) ha publicado su Informe sobre Competitividad Fiscal 2025, en el que alerta sobre la elevada carga tributaria que soportan las empresas en España. Según el informe, España es el cuarto país de la OCDE y de la UE con mayor dependencia de los ingresos fiscales procedentes del sector empresarial: el 48,8 % de la recaudación total proviene de impuestos ligados a la actividad empresarial, muy por encima del promedio de la OCDE (37,8 %) y de la Unión Europea (39,4 %). Según el IEE, esta presión fiscal excesiva constituye un freno relevante para la inversión empresarial, un factor determinante para impulsar la productividad y la competitividad de la economía española.
- Aunque la economía global —y la de los Estados miembros de la UE— se ha recuperado en gran medida de los recientes shocks, como la pandemia y la crisis energética, las presiones fiscales a largo plazo persisten. Los presupuestos públicos siguen lastrados por los costes residuales de estas crisis, y los desafíos estructurales —como el envejecimiento de la población, la aceleración de la digitalización y la necesidad de hacer frente al cambio climático— continuarán ejerciendo una fuerte presión sobre las finanzas públicas.
Según el informe, cualquier reforma fiscal debe encontrar un equilibrio cuidadoso entre los beneficios marginales de aumentar la recaudación procedente del sector empresarial y los posibles efectos negativos: desincentivar la inversión, reducir la creación de empleo y debilitar el crecimiento económico.
- La carga fiscal de las empresas en España sería de las más altas de Europa y la OCDE: España se sitúa entre los países con mayor presión fiscal empresarial, según diversos indicadores publicados en el informe:
- La recaudación por Impuesto sobre Sociedades (IS) y cotizaciones sociales supone el 33,8% de los ingresos fiscales totales, mientras que, en la UE, este dato alcanza un nivel inferior, concretamente el 26,1% y alcanzó, en 2023, el 12,3% del PIB, lo que representa más de tres puntos porcentuales por encima de la media europea.
- La contribución fiscal empresarial total como porcentaje del PIB en España registra un índice del 17,8%, situándose por encima del promedio de la Unión Europea, que es del 14,8%, y del promedio de la OCDE, que asciende al 12,8%. Este dato coloca a España entre los países con mayor presión fiscal empresarial relativa al tamaño de su economía, superando a economías comparables como Alemania (15,3%), Suecia (15,7%) o los Países Bajos (15,7%).
- La complejidad del sistema tributario para las empresas añade unos costes adicionales de cumplimiento: España presenta un sistema tributario notablemente complejo, siendo un 16,5% superior a la UE y un 9,9% superior a la OCDE. Los costes de cumplimiento, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, pueden llegar a suponer el 29% de lo recaudado. El informe recomienda la simplificación de la normativa tributaria —mediante la reducción de excepciones, la digitalización de procesos y la claridad en la redacción legal— para mejorar la reducción de los costes de cumplimiento, fomentar la inversión y fortalecer la confianza en la Administración tributaria.