Un crédito es aquella cantidad de dinero que el banco pone a nuestra disposición con la finalidad de contribuir a financiar nuestros gastos. Hay muchos tipos de crédito, dependiendo de nuestras necesidades, y los obtenemos tras llegar a un acuerdo con una entidad financiera, quien nos proporciona cierta liquidez, a cambio de devolver en el tiempo acordado la cantidad que hayamos utilizado junto con el pago del coste del crédito, denominado tipo interés. 


Revisando sus cuentas bancarias, María ha decidido disponer de algo más de dinero. ¿Qué puede hacer en esta situación? Lo primero que le viene a la mente es consultar a su banco para solicitar un crédito. La guía “Tú y tu primer crédito”, elaborada por Finanzas para Mortales de Santander España, puede ser de gran ayuda para María en esta situación.


¿En qué consiste un crédito? 

Un crédito es una cantidad de dinero limitada que una entidad financiera pone a disposición de un cliente durante un período de tiempo concreto. Este puede no recibir la cantidad de golpe, sino que la puede usar paulatinamente mediante una cuenta bancaria o una tarjeta de crédito, para ir así administrándolo según las necesidades de cada momento. 

Un crédito no es una fuente ilimitada de ingreso adicional, pues el cliente, por su parte, se compromete a pagar el monto otorgado, más el interés correspondiente y otros gastos en los que se pueda incurrir, por ejemplo, el coste de una anualidad en el caso de las tarjetas de crédito. Los créditos se conceden durante un plazo de tiempo específico, y su propósito es cubrir gastos corrientes o extraordinarios en periodos determinados. 


¿Cuáles son los tipos de crédito más comunes? 

Los créditos son como una gran familia muy diversa y heterogénea, y con la capacidad de amoldarse a las necesidades de cada cliente, ya sea una persona física o una empresa. Así, existen créditos online, solicitados por internet, créditos rápidos, aquellos de importes pequeños concedidos para un momento puntual, los “revolving”, que pueden usarse de forma reiterada hasta un límite (como lo es una tarjeta de crédito), los créditos hipotecarios, destinados a la compra de una vivienda, o los créditos educativos, que tienen como finalidad el pago de la matrícula universitaria, entre otros. En el “Diccionario” de la web SanodeLucas, creado por Santander Chile, podrás encontrar la definición de estos y otros términos financieros.  


¿Qué aportan las tarjetas de crédito?

Se puede hacer uso del dinero de un crédito mediante una tarjeta de crédito, tal y como explican en Finanzas para Mortales sobre los distintos tipos de tarjeta. Se trata de aquellos plásticos en los que el banco pone a tu disposición una cantidad de dinero limitada para que la utilices de forma mensual. Así, es una forma de comprar con un dinero que ha sido prestado por la entidad bancaria, y el cual, deberás devolver a final de cada mes. Si no lo haces, tendrás que hacer frente al pago de ciertos intereses.  En esta infografía de Santander México podrás ver algunas consideraciones a la hora de decidir contratar una tarjeta de crédito.


¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de elegir un crédito?

Antes de solicitar un crédito, sin importar del tipo que sea, tenemos que presentar atención a las siguientes cuestiones:

  • Tipo de interés
    Es el dinero extra que tenemos que pagar al banco por el crédito que nos ha concedido. El tipo de interés, por lo general, se expresa en forma de porcentaje. Existen diferentes tipos de interés (fijo, variable o mixto). En Finanzas para Mortales puedes conocer el detalle de las tres clases de tasas de interés.  
  • Comisiones
    Al solicitar el crédito, el banco nos puede solicitar el pago de una serie de comisiones (apertura, gestión…). Estos gastos asociados a la concesión del crédito suelen estar expresados en forma de porcentaje. 
  • Cuota mensual
    Al pedir un crédito tendremos que hacer frente al pago de unas cuotas mensuales, tal y como explican en este artículo de Finanzas para Mortales. Las cuotas son, por tanto, la cantidad que tenemos que abonar cada mes e incluyen el interés y la parte proporcional de la cantidad utilizada del total del crédito. 
  • Capital
    Es la cantidad máxima de dinero que la entidad financiera pone a nuestra disposición cuando solicitamos un crédito bancario. 
  • Vencimiento
    Este concepto hace referencia a la fecha límite a partir de la cual ya no se puede disponer del crédito que nos ha sido concedido. 


¿Cuándo es conveniente solicitar un crédito y cuándo no?

Solicitar un crédito es algo que puede facilitar mucho la vida, pero debemos analizar si nos encontramos en el momento adecuado para pedirlo, tal y como explican en SanodeLucas. Por ello, es conveniente pedir dinero prestado cuando se trata de realizar una inversión, por ejemplo, para destinar más recursos a la educación de nuestros hijos o reformar la cocina de casa.

En esta infografía elaborada por Santander México podrás descubrir cuándo es conveniente solicitar un crédito y cuando no. También en la página web The Hub de Santander UK explican en detalle que no es recomendable solicitar un crédito cuando nuestros ingresos ya están comprometidos al pago de otras deudas. Y es que un buen comportamiento crediticio te ayudará a que en el futuro tengas acceso a otros créditos y mejores condiciones.


Crédito y débito: ¿qué significa cada término? 

Al hablar de crédito, como el financiamiento que nos otorga una entidad financiera –por ejemplo  con las tarjetas de crédito-,  es importante mencionar la diferencia que existe con el débito, que representa el dinero que es de nuestra propiedad, que se encuentra en nuestra cuenta bancaria y del que podemos hacer uso mediante una tarjeta de débito. No te pierdas este vídeo creado por Santander México, en el que abordan las ventajas y desventajas de distintas formas de pago, incluyendo las tarjetas de débito y de crédito.

Conoce cuál es la diferente entre el crédito y el débito


¿Y cuál es la diferencia entre un préstamo y un crédito?

Un préstamo es un contrato con nuestra entidad bancaria. ¿En qué consiste? La entidad nos presta una cantidad de dinero fija a cambio de que nosotros aportemos como garantía de pago, por ejemplo, la vivienda o el coche que hemos comprado con dicho dinero. Sin embargo, si lo que obtenemos es un crédito, en ese caso, podremos hacer uso de la totalidad de la cantidad ofrecida o solo de una parte, y se puede ir renovando, algo que no ocurre con los préstamos. 

Leo Harlem explica en Finanzas para Mortales la diferencia entre los préstamos y los créditos


Puedes conocer más sobre las diferencias entre un préstamo y un crédito en el blog Openbank.

Recuerda que el uso responsable de herramientas que te proporcionan los bancos, como los distintos tipos de crédito, pueden contribuir a que alcances tus metas financieras de manera exitosa.

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