Última actualización: 26/04/2023

De la misma forma que prestas atención en el cuidado de tu teléfono móvil o tu reloj inteligente por fuera, también debes hacerlo por dentro. La información que guardas en él, las vías por las que te conectas a Internet o las páginas que visitas son aspectos importantes. A continuación, te contamos por qué. 

Si pensamos en situaciones cotidianas del presente y las comparamos con el pasado, seguramente tengan muchos aspectos en común, pero hay algo que marca la diferencia: el uso de la tecnología. Antes, para coger, por ejemplo, un medio de transporte público debías llevar dinero en efectivo para abonar el precio del viaje. Ahora, en muchas ciudades, basta con acercar una tarjeta bancaria contactless, en su versión física o digital, para hacerlo. 

Otro caso puede ser la forma en la que realizabas deporte o planificabas un viaje con amigos. Atrás quedaron los apuntes en papel, dejando paso a aplicaciones en las que incluyes información personal con un objetivo. En el primero, podría ser tu peso o edad, con el fin de mantener hábitos saludables; y en el segundo, las fechas de tus vacaciones y el número de personas que acudiréis a un destino. 

Como ves, tu información personal y dispositivos son protagonistas en cualquiera de estas situaciones. Por ello:

1. Mantén tu "software" actualizado

Los sistemas operativos de tu teléfono y ordenador, navegadores web, aplicaciones populares, etc. reciben actualizaciones frecuentes con nuevas mejoras de seguridad y, por supuesto, nuevas funcionalidades. Estas actualizaciones son la mejor opción para proteger tu información y alejar a los ciberdelincuentes.

Los tres sistemas operativos más populares (Windows, macOS o Android OS) pueden actualizarse automáticamente, aunque debes asegurarte personalmente que esta opción está activada.

Ajustes > General > Actualización de software

Ajustes > Sistema > Avanzado > Actualización de software

También, las actualizaciones incluyen nuevas versiones de los navegadores web de cada sistema operativo: Microsoft Edge y de Safari y navegadores web de terceros incluyendo a Chrome y Mozilla Firefox tienen la opción de actualizarse automáticamente. 

Para software y aplicaciones de terceros necesitarás encontrar y habilitar la opción de revisión de las actualizaciones en la parte de ajustes de software. Por ejemplo, dispositivos inteligentes para el hogar como cámaras, termostatos y bombillas pueden recibir actualizaciones tanto en la aplicación como en el aparato directamente. Revisa los ajustes de configuración en las apps de estos dispositivos para asegurarte que tienen la opción de actualización automática. En este sentido, es importante que descargues las apps o el software que utilizas en tu móvil y en tu ordenador directamente en sitios oficiales como App Store y Play Store.

Información y dispositivos protegidos

2. Conéctate de manera segura

Es preferible usar tu móvil como red privada de Internet (conexión compartida o hotspot), pero si por una necesidad puntual o urgencia vas a optar por conectarte a una red pública, desactiva la opción de conectarte automáticamente a las redes. Así, controlas cuándo te quieres conectar. Una vez dentro, evita realizar transacciones bancarias y compras online

Por último, puedes usar una VPN. Es una red virtual que actúa como una capa protectora en el flujo de datos que se produce cuando navegamos por Internet. Esto impide que personas ajenas accedan, sin que seas consciente de ello, a tu información confidencial. Resulta muy práctico si viajas con tus dispositivos móviles o sueles conectarte a redes wifi públicas, porque añade protección mientras estás en la red.

3. Navega con seguridad

Cuando navegas por Internet, accede preferiblemente a páginas web cuyo enlace -o URL- comience por HTTPS (en lugar de HTTP). Esto significa que estos sitios suelen ser más seguros y que la información que se genera mientras navegas estará cifrada y más protegida. Algunos navegadores, además, muestran un candado al comienzo del enlace.

Aparte de prestar atención a estos aspectos técnicos, tu papel es fundamental. Buenos hábitos como ser discreto en redes sociales, evitando compartir información privada; desconfiar de mensajes con remitentes desconocidos u ofertas demasiado prometedoras y reportarlos harán que tu seguridad en la red aumente.

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