Influenciar de forma positiva, construir equipos y otorgar a cada miembro su valor, contar con mecanismos que motiven a los integrantes a lograr los objetivos y forjar un sentimiento de pertenencia… El liderazgo no es algo novedoso, pero en Santander creemos que la forma de desarrollarlo sí puede serlo.
La digitalización no ha cambiado solo el mundo que conocemos, sino también la manera en la que lo entendemos y participamos en él. A nivel individual y empresarial, lejos quedó la idea de que solo importa qué hacemos, dejando paso al cómo: los negocios se transforman en sintonía con la evolución de las personas. Así, cualidades como el liderazgo son fundamentales para cargos como los directivos, que conllevan la supervisión de grandes equipos.
Para satisfacer las necesidades estratégicas del negocio en un escenario en constante cambio, queremos ir más allá de la formación, pasando a la transformación del liderazgo en Santander. Por eso, desarrollamos “Elevate”, un ecosistema continuo de aprendizaje directivo disponible en 26 países para cerca de 2.200 participantes.
Este modelo se articula en torno a cinco espacios de aprendizaje con objetivos diferenciados, pero complementarios:
Con esta nueva cultura del aprendizaje, buscamos ofrecer a nuestros directivos un espacio que se caracterice por ser modular, global, escalable, ágil y digital. En consecuencia, la concepción y la forma de trabajar se transforman al ritmo que las personas aprenden, viven nuevas experiencias y conectan.
“Elevate” se está convirtiendo en la palanca de la transformación de Santander, al impulsar a sus líderes para transferir el cambio al resto de la organización. Porque no hay mejora sin cambio; no puede haber impacto sin progreso y la transformación requiere líderes de alto impacto.