Existen algunos aspectos que debes considerar antes de dar el paso de la independencia financiera. Conocer si estás preparado económicamente e identificar qué opciones tienes con tu nivel de ingresos y gastos son algunos de ellos. Es un hito importante que requiere una correcta planificación y gestión. Aquí te damos algunos consejos para ello.

Emanciparse es una de las decisiones más importantes en la vida de una persona. Marca el comienzo de una nueva etapa en la que asumes toda la gestión de tu día a día con tus propios medios. Esa autonomía trae consigo una serie de obligaciones y responsabilidades que debes tener en cuenta y una de ellas es la gestión de tus finanzas.

Los jóvenes se independizan en Estados Unidos, en promedio, a los 24 años. Mientras, en España y Polonia lo hacen a los 29, y en Portugal, a los 33, según datos ofrecidos por Eurostat. Lo cierto es que, más allá de tu edad, en todos los casos es recomendable que prepares tu economía con anticipación para dar el salto a la independencia. A través del ejemplo de Ana te explicaremos los aspectos más importantes para tener en cuenta.

¿Cuánto dinero te cuesta independizarte?

Esta es la pregunta más frecuente, pero la respuesta depende de diferentes variables. La que más impacto tiene en tu economía personal es valorar si vas a independizarte a través de un alquiler o, por el contrario, quieres que la vivienda sea de tu propiedad.

En el caso de Ana, como una de sus metas personales era independizarse, desde hace un tiempo empezó a ahorrar una parte de su salario para tal fin. Sin embargo, ahora que ha decidido hacerlo, no sabe cuánto le puede costar el alquiler o la compra, además del dinero que necesita para mantener una casa. Por ello, puso sus esfuerzos en buscar información relevante sobre cómo lograr la independencia financiera y encontró cuatro aspectos que le ayudaron a saber el coste de vivir sola sin descuidar su salud financiera. Estos son:

  • Calcular los gastos iniciales. Normalmente, la independencia implica un desembolso de dinero. Por eso, ella se informó sobre el valor de los pisos, tanto de compra como de alquiler, en las zonas en las que le gustaría vivir. Para la opción de compra tuvo en cuenta aspectos como la entrada inicial, la hipoteca que necesitaría solicitar o los gastos de gestión de la misma. Para el posible alquiler se fijó en la fianza o depósito y otros gastos. Tampoco olvidó aquellos que tendría que asumir en ambos casos: por ejemplo, el seguro de hogar, la compra o alquiler de muebles, o los derivados de contratar a una empresa de mudanzas.

  • Hacer un presupuesto. Es necesario asegurarte de que puedes asumir los costes de tu vida diaria. En el caso de Ana, hizo un presupuesto en el que tuvo en cuenta gastos como la compra mensual en el supermercado, las facturas de los servicios (electricidad, agua, internet…), el transporte o la media que destina a ocio, entre otros gastos recurrentes. Así pudo calcular si sus ingresos actuales le permitían independizarse. Con este contenido de Tu Futuro Próximo, el blog de Santander Consumer España, puedes aprender cómo hacer la compra si vives solo.

  • Planificar las compras grandes. Puede que encuentres un piso que no esté amueblado o al que quieras añadir algún electrodoméstico por tu cuenta. En cualquiera de los dos casos, lo más recomendable es que establezcas un orden de prioridades y compres poco a poco lo que necesites para no endeudarte o quedarte sin dinero, por si surge algún imprevisto. Ana está interesada en un piso que no incluye dispositivos electrónicos y ha pensado que ahorrará para comprar, primero, un televisor y, luego, un robot aspirador.

  • No dejar de ahorrar. Es importante que en tu nueva vida continues manteniendo buenos hábitos financieros. Para ello, es clave que, además de asumir tus gastos, también destines una parte de tus ingresos al ahorro. Ella ha decidido que gestionará su sueldo con la regla del 50-30-20, es decir, el 50% lo destinará a los gastos básicos, el 30% a gastos personales y el 20% restante lo ahorrará.

Opciones para independizarte y ahorrar dinero

Como has visto, vivir por tu propia cuenta implica hacerte cargo de una serie de obligaciones financieras para las que te tienes que preparar. Sin embargo, hay diferentes alternativas que te pueden ayudar a lograr tu objetivo al mismo tiempo que alivian tu carga económica.

Si tus ingresos no son suficientes para irte a vivir solo, puedes optar por buscar un piso compartido con alguien más. Ahorrarás en gastos como el alquiler y las facturas de los servicios básicos, pues estos se dividen en el número de personas que residen. Esta también puede ser una buena opción para que aprendas progresivamente a gestionar tu economía y puedas prepararte financieramente para hacerlo en solitario.

Una recomendación que te puede facilitar el día a día y, también, ahorrar algo de dinero en el transporte, es elegir una zona desde la que puedas llegar lo más fácil y rápidamente posible a tu lugar de trabajo, estudio o a los lugares a los que acudes con mayor frecuencia. Caminar o usar la bicicleta, siempre que sea posible, es una forma de realizar actividad física mientras que evitas una gran emisión de gases de efecto invernadero (y de paso contribuyes a la conservación del medioambiente).

A la hora de reemplazar algún dispositivo electrónico o electrodoméstico puedes acudir a las aplicaciones de segunda mano. Allí encontrarás una gran cantidad de opciones en buen estado y a un menor precio. También puedes aprovechar aquellas que ofertan packs de comida que no ha sido vendida en restaurantes o bares (y así contribuyes a la disminución de los desperdicios de alimentos).  

Cocinar más en casa, comprar alimentos sin arreglar ni envasar para cortarlos y pelarlos tú mismo o encargarte de pequeñas reparaciones son algunas labores del hogar que te permitirán ahorrar.

En definitiva, independizarte te permitirá desarrollar habilidades con las que tomar tus propias decisiones. También es sinónimo, en el plano financiero, de conocer mejor el valor del dinero y aprender a definir presupuestos y gestionar tus recursos. Llevar a cabo la independencia financiera de una forma planificada te ayudará a cumplir tus objetivos y mantener una buena salud en tu economía presente y futura.

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