Los dividendos son una de las principales razones por las que los inversores suelen compran acciones en una compañía y, a su vez, también son un mecanismo muy utilizado por las empresas para atraer financiación. Te contamos cómo funcionan, cuáles son los diferentes tipos que existen y qué información debes tener en cuenta para entender uno de los términos más populares del mundo financiero.

La palabra dividendo tiene su origen en el vocablo latino dividendus y significa “cantidad a dividir”, por lo que en el ámbito mercantil se utiliza para definir la porción de los beneficios que una empresa reparte anualmente entre sus accionistas. Dicho de otra forma, los dividendos son las rentas que obtienen los dueños de las acciones como contraprestación por haber invertido en la empresa.

Como adelantamos al comienzo, los dividendos son un factor importante que los accionistas e inversores tienen en cuenta a la hora de comprar o no las acciones de una compañía, aunque no es el único criterio. El posible beneficio futuro por vender las propias acciones a un mayor precio debido a la revalorización es otra de las motivaciones para invertir.

¿Cómo se distribuyen los dividendos en una empresa?

Antes de responder a esa pregunta, es necesario tener en cuenta que no en todos los casos la posesión de una acción significa recibir dividendos, pues estos generalmente están directamente relacionados con las ganancias que una empresa obtiene durante un ejercicio, así como a sus estados financieros. Un escenario para explicar lo anterior son los resultados que reflejan pérdidas o que, aun obteniendo beneficios, estos deban destinarse a sanear las cuentas de periodos anteriores. También es posible que las empresas, sobre todo las que aún están en procesos de expansión o capitalización, decidan utilizar las ganancias para reinvertirlas en su propio crecimiento y no las reparta entre los accionistas.

Por norma general, cuando las empresas cierran sus cuentas anuales, es el órgano de control o Consejo de Administración de la compañía el que, al existir beneficios, propone el reparto de los dividendos, y es la Junta General de Accionistas la encargada de aprobar dicho reparto.

Ahora bien, para explicar cómo se calcula el valor al que cada accionista tiene derecho, utilizaremos el siguiente ejemplo. Imaginemos que una compañía con 10 millones de acciones en circulación obtuvo un beneficio de 20 millones de euros y ha decidido repartir 8 de esos millones. Entonces, debemos dividir el dinero a repartir -los 8 millones- entre el número de acciones -10 millones- y el resultado es de 0,8 euros por acción. Esa cantidad se conoce como dividendo por acción (DPA). Es decir que, si un accionista tiene 100 acciones, recibirá 80 euros de dividendos en total (0,8 x 100).

¿Tengo que pagar impuestos por los dividendos?

Desplegable

Depende, principalmente, del tipo de dividendo que percibas y de la legislación tributaria del país donde te encuentres. En algunas naciones, si el dividendo lo cobras en acciones, no hay que declarar nada hasta que las vendas. Por el contrario, si has obtenido dinero, generalmente sí hay que hacerlo, pues se considera dentro de las rentas del ahorro. En cualquier caso, es recomendable consultar a un asesor fiscal.

¿Cuántos tipos de dividendos hay?

Tras conocer qué son los dividendos y cómo se calculan, es momento de abordar cuáles son las opciones más comunes que existen a la hora de repartirlos. Se suele considerar entre otras cuestiones; si es de forma anticipada, a través de un pago único o fraccionado, o si se trata de una retribución en dinero o en acciones de la propia compañía. Veamos cada caso.

  • Dividendo a cuenta. Es una parte del beneficio que la compañía acuerda entregar a los accionistas antes de que finalice el ejercicio financiero. A falta de los resultados anuales, se basa en sus propias estimaciones y cálculos para definir la cantidad de dinero a repartir. 

  • Dividendo complementario. A diferencia del anterior, en este caso se reparten cuando ya se conocen con exactitud los beneficios de la compañía, es decir, después de la presentación de resultados del ejercicio completo. Como su nombre indica, es un complemento o adición al pagado a cuenta.

  • Dividendo extraordinario. Es el que se origina por ingresos que no se derivan de la actividad ordinaria de la empresa, sino por motivos excepcionales, como la venta de bienes e inmuebles de su propiedad.

  • Scrip dividend o dividendo elección o flexible. El accionista decide la forma de recibir el dividendo, que puede ser a través de efectivo a un precio fijo marcado por la cotización de la acción días previos, vendiendo los derechos en mercado al precio de cotización en el momento de la venta o quedándose con las acciones nuevas como resultado de los derechos asignados.

  • Dividendo fijo. Se diferencia de los demás en que no guarda relación directa con los beneficios financieros del ejercicio, pues la empresa establece previamente una cuantía fija a repartir anualmente entre sus accionistas, independientemente del resultado económico que tenga durante el ejercicio.

  • Recompra de acciones. Esta alternativa, conocida en inglés como share buyback, consiste en que la empresa utiliza su liquidez para comprar una parte de sus propias acciones -ya sea para amortizarlas o eliminarlas-, beneficiando al accionista, quien ve incrementada su participación en la compañía (al haber menos acciones en circulación), aumentando también su beneficio por acción, así como el propio precio de cotización.     

Si te interesa ampliar la información, Openbank ha preparado este artículo sobre cuál es la actualidad de los dividendos.

Fechas clave de los dividendos

Es normal que si posees acciones de una compañía quieras saber cuándo se reparten los beneficios, pero también debes conocer otras fechas marcadas en el calendario. La primera es la de la declaración de la política de dividendo, que es el momento en el que la compañía anuncia las fechas de abono, el porcentaje sobre el payout, cantidad por acción que percibirán los accionistas y el tipo de dividendo. La segunda es el llamado “record date”, es decir, la fecha en la que los accionistas deben tener las acciones registradas para tener derecho a percibir los dividendos de esas acciones.

Y, finalmente, debes tener en cuenta la fecha de pago, que es, justamente, el día en el que la compañía se ha comprometido a desembolsar los dividendos entre sus accionistas. Si quieres conocer los dividendos de Santander, puedes informarte en la página de accionistas e inversores.

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