Pagar la compra en el supermercado, la cena en un restaurante, retirar dinero en efectivo del cajero automático… Sin duda, tus tarjetas bancarias tienen un papel importante en la gestión diaria de tus finanzas personales. Por ello, es importante que conozcas cómo puedes hacer un buen uso de ellas y así evitar ser víctima de prácticas fraudulentas como el skimming

Pese a que cada vez es más frecuente el pago a través de monederos electrónicos o de métodos sin contacto -contactless, en inglés- mediante teléfonos móviles, pulseras o relojes inteligentes, la realidad es que las tarjetas de crédito y débito aún son una de las opciones más utilizadas  a  la hora de pagar, tanto en las tiendas físicas como en el comercio electrónico.

Una de sus características es que, además de los datos impresos en la propia tarjeta bancaria -nombre del titular, número de la tarjeta, fecha de vencimiento o código CVV (Código Valor de Validación)-, esta información también está almacenada en la banda magnética y el chip. Justamente, existe una práctica delictiva diseñada para extraer dichos datos y transferirlos a una tarjeta falsa o utilizarlos directamente para realizar transacciones de forma fraudulenta: es lo que se conoce como skimming.

Este término proviene del inglés, to skim (leer rápidamente u hojear), por lo que los delincuentes cuentan con diferentes dispositivos, conocidos como skimmers, para apropiarse de los datos sin que la víctima se dé cuenta. Generalmente, se lleva a cabo al realizar transacciones en un cajero automático o pagar en un terminal de punto de venta (TPV) manipulado previamente.

Métodos más utilizados para hacer skimming

Cuando los delincuentes han obtenido los datos de las tarjetas bancarias, pueden realizar compras, contratar servicios o retirar dinero, entre otras transacciones, así como vender la información en el mercado negro para que sea un tercero quien materialice el fraude. También es posible que los estafadores se dediquen a hacer pequeñas compras para evitar ser detectados fácilmente. Este método se conoce como carding y, si quieres saber más sobre cómo funciona, puedes consultar la información en este contenido de Openbank.

¿Qué es el "e-skimming"?

Desplegable

Se trata de una variante del skimming tradicional que, en lugar de robar los datos de las tarjetas físicas, busca apropiarse de la información a través de los métodos de pago online. En este caso, los ciberdelincuentes aprovechan fallos de seguridad en las plataformas de comercio electrónico, utilizan programas informáticos maliciosos o engañan a las víctimas con técnicas como el phishing para acceder a los datos.

¿Cómo protegerte del skimming?

Sin duda, conocer las diferentes modalidades de skimming es el comienzo para que puedas estar alerta y sepas identificar cualquier anomalía que se presente cuando realices transacciones con tus tarjetas bancarias. Los siguientes consejos te ayudarán a protegerte mejor contra este tipo de delito:

Lo más importante es que, cuando vayas a realizar transacciones en el cajero automático o a pagar en un restaurante, el supermercado o cualquier otro comercio, siempre puedas ver dónde es introducida tu tarjeta. Así evitarás que se use en un dispositivo fraudulento. Si eres tú mismo el que la manipula, mucho mejor.

No compartas el número secreto de la tarjeta (también conocido como PIN) con nadie y tampoco lo anotes ni lo guardes en tu teléfono, pues podría caer en manos malintencionadas. Además, siempre cubre el teclado con la otra mano cuando lo introduzcas en el cajero automático o en el TPV para evitar que alguien lo vea.

Tómate un momento para ver si hay elementos extraños en el cajero automático o el terminal de pago, como teclados o ranuras sobrepuestas. Además, fíjate que no haya signos de alteración en los dispositivos ni que alguna de sus partes esté suelta, parezca manipulada o contenga rastros de pegamento, por ejemplo.

Si hay un cajero automático o punto de pago con poca iluminación trata de buscar otro, pues los delincuentes aprovechan estos escenarios para usar sus dispositivos fraudulentos. Elige siempre los que estén en óptimas condiciones y te den seguridad.

Si tu banca digital lo permite, puedes acceder a tu aplicación para encender o apagar tu tarjeta, así como activar o desactivar las opciones de pago sin contacto o compras por internet, además de limitar la retirada de dinero o el uso fuera de tu país. De esta forma, tendrás más control sobre cómo y cuándo la utilizas.

Una forma de estar al día con todos los movimientos de tus tarjetas es a través de las notificaciones en el teléfono móvil. Así, ante cualquier transacción fraudulenta, puedes reaccionar de una forma más rápida para bloquearlas y ponerte en contacto con tu entidad bancaria y las autoridades.

Verifica que las transacciones que se reflejan en este documento concuerdan con el uso que le has dado a tus tarjetas. Así podrás identificar si existe algún tipo de cobro o retirada de dinero en efectivo no autorizada.

Cualquier otra medida que puedas poner en práctica para mantener a salvo la información de tus tarjetas bancarias significará una mayor seguridad en tus transacciones. A la hora de protegerte y proteger tu dinero cualquier gesto cuenta para no ser víctima de fraudes como el skimming.

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