Este término, traducido del inglés como “construcción de equipo”, se ha popularizado en las empresas durante los últimos tiempos. Busca fomentar entre los trabajadores una mayor cultura de colaboración basada en el compromiso y la motivación del talento humano.

Las organizaciones entienden lo importante que es tener profesionales preparados y comprometidos. Una de las maneras en las que se puede lograr es a través del espíritu de grupo y el trabajo en equipo. Es una oportunidad para que las empresas traten de potenciar las habilidades e intereses que tienen sus trabajadores a la vez que se genera ese sentimiento de pertenencia. En este sentido, el team building se ha convertido en un aliado cada vez más imprescindible para las empresas, pero ¿sabes qué significa? 

El team buiding es el concepto que se usa para hablar de una serie de actividades y dinámicas de grupo orientadas, principalmente, a trabajadores de una misma empresa, división o área de negocio. Entre los objetivos primordiales que se persiguen, están la identificación de retos, la reducción de conflictos -provocados, entre otros motivos, por la falta de comunicación y entendimiento-, el fortalecimiento de relaciones interpersonales o la alineación de propósitos individuales con aquellos comunes.

Este tipo de iniciativas no se limitan a eventos puntuales, sino que suelen ser parte de una estrategia en la que se tenga en cuenta las diferentes etapas por las que pasa un profesional dentro de una empresa. Por ejemplo, son comunes durante la captación de talento humano, los procesos de selección, la fase de incorporación u onboarding, el desarrollo de su labor… Todo para ayudar a cada empleado a ser él mismo, sentirse parte del equipo y potenciar sus habilidades al servicio del grupo o equipo. 

¿Qué beneficios tiene el team building?

El team building se puede utilizar para promover la confianza entre los miembros de un equipo o entre los empleados y la directiva. También sirve para fomentar la solidaridad, empatía, generosidad, proactividad, responsabilidad y demás valores entre las personas para que, de manera conjunta, trabajen en conseguir los objetivos corporativos. Sin duda, gracias a estas prácticas, las empresas son más productivas, ya que las personas que trabajan en ellas están más comprometidas y motivadas, tanto a nivel personal como colectivo.

Existen diversas técnicas y dinámicas de team building. En unas se tiene en cuenta la personalidad del empleado para ayudarlo a integrarse dentro de un equipo. Otras utilizan actividades o tareas como eje central para lograr que las personas trabajen hacia el mismo objetivo. También están las que se basan en la resolución de problemas o las que utilizan la enseñanza de nuevas habilidades para optimizar el papel de cada integrante en sus equipos. Sea cual sea la técnica utilizada, las compañías que emplean este tipo de actividades en grupo logran mejorar aspectos como la comunicación, la resistencia a las situaciones de estrés, una mayor capacidad de análisis, el autoconocimiento de puntos fuertes y débiles o la toma de decisiones más acertadas, entre otros. 

Todo ello deriva en una posible mejora en la percepción de la imagen de marca de la organización por parte de los empleados: los profesionales piensan que la empresa para la que trabajan se preocupa e incentiva su bienestar. Así pues, este orgullo de pertenencia lo transmitirán a otros conocidos.

Ejemplos de team building

Hay multitud de actividades de team buiding, por lo que cualquier organización, independientemente del tiempo con el que cuenten, el presupuesto o el número de participantes, puede encontrar las que mejor se ajusten. Te contamos algunas de las más populares:

  • Presentación: esta dinámica, que puede parecer aparentemente sencilla, permite conocer a las personas que están detrás de cada tarea. Para llevarla a cabo, cada participante escribe en un papel algunas aficiones de forma anónima y posteriormente se mezclan. Luego, el grupo tratará de adivinar quién se esconde tras cada hobby
  • Pruebas deportivas: los torneos internos de deportes en equipo o simplemente una yincana harán que los participantes, en búsqueda de un objetivo común como resolver una prueba en el menor tiempo posible, se sientan parte del grupo. 
  • Escape room: además de las pruebas físicas anteriores, aquellos retos que desafían la capacidad de observación, análisis e interpretación también pueden ser una excelente opción para resolverlos en equipo. 
  • Actividades culinarias: de la misma forma que una persona, en su vida privada, se reúne con familiares y amigos para festejar un determinado acontecimiento en torno a una comida, en esta ocasión los comensales son los empleados, que previamente han participado por grupos en la creación, por ejemplo, de una receta o en la elaboración del menú. 
  • Iniciativas responsables o voluntariados: los profesionales pueden tener un papel clave en la consecución de los objetivos de responsabilidad social corporativa de una organización y, a través de ella, pueden también desarrollar sus intereses y preocupaciones. Por ejemplo, una recogida de alimentos para donarlo a una ONG que se encargue de repartirlos a aquellos que más lo necesiten, la recaudación de fondos para alguna causa social como la investigación para la lucha contra el cáncer de mama, la limpieza del medioambiente… 

En definitiva, existe un abanico de enormes posibilidades que ayudarán a las organizaciones a convertirse en un lugar atractivo para trabajar, así como a los profesionales a crecer de forma personal y en sus relaciones con otros compañeros. Estas prácticas son habituales tanto en pymes como en grandes empresas y, en definitiva, crean un espíritu de equipo más allá del trabajo y las responsabilidades del día a día.

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