Además del trabajo, en la actualidad hay una gran variedad de opciones para obtener ingresos. Dar vida a los ahorros, gestionar los bienes que tengamos en propiedad o, incluso, aprovechar el talento y las habilidades pueden ser una buena opción para conseguir lo que se conoce como ingresos pasivos.

Desde que era pequeña, a Sara siempre le ha gustado la historia. De hecho, eligió ser profesora para impartir esa materia a sus alumnos. Hace unos meses, decidió que cada año, durante sus vacaciones, visitaría un país diferente para conocer personalmente aquellos lugares donde sucedieron muchos de los acontecimientos que enseña en el colegio donde trabaja.

Sin embargo, cuando se puso a elaborar un presupuesto y planear el primer viaje, se dio cuenta de que necesitaría más dinero del que había imaginado y comenzó a pensar en cómo podría contar con algunos ingresos extra, además de los que ya obtiene con su sueldo como maestra.

Después de consultar múltiples opciones, a Sara le llamaron la atención los ingresos pasivos, una modalidad para obtener recursos económicos adicionales. Aunque esta forma de conseguir ingresos se ha utilizado tradicionalmente, gracias al avance de la tecnología se han multiplicado las fórmulas para lograrlos.

¿Qué son los ingresos pasivos?

Es el dinero que podemos recibir de forma periódica o recurrente sin que tengamos que dedicarle una cantidad de tiempo o trabajo establecida para conseguirlo; algo que sí sucede con los ingresos activos, como, por ejemplo, el empleo. Por lo general, al principio es necesario destinar recursos o esfuerzos para crear dicha fuente de ingresos, pero una vez que se ha puesto en marcha, la intervención para mantenerla será poca o ninguna.

Sea cual sea el objetivo que queramos alcanzar con los ingresos pasivos, esta vía para obtener liquidez ofrece diversos beneficios, como son la creación de la cultura del ahorro, contar con una fuente extra de recursos económicos para no depender exclusivamente del salario o tener un apoyo para afrontar situaciones inesperadas que requieran capital.

Sin duda, todo ello repercute positivamente en la salud financiera personal o familiar. Además, los ingresos pasivos son una modalidad que, de forma general, están al alcance de un gran número de personas gracias a la variedad de opciones que ofrece.

¿Cuáles son los ingresos pasivos más populares?

Volviendo al ejemplo inicial, a la hora de buscar fuentes adicionales de dinero, Sara debe tener en cuenta una serie de factores, tanto personales como profesionales, para hacer una elección correcta que le permita cumplir con su objetivo financiero, que, recordemos, es obtener más recursos económicos para el viaje que está planeando.

Algunas de las opciones de ingresos pasivos a las que puede recurrir son las siguientes:

  • Alquilar una propiedad. Poner en alquiler inmuebles como casas, oficinas, bodegas, trasteros o plazas de garaje, entre otros, es una de las formas más tradicionales de obtener ingresos pasivos. En el caso de Sara, es una de las que más le llama la atención, pues en su piso tiene una habitación libre y podría alquilarla durante el tiempo que lo necesite, a través de aplicaciones o páginas web de economía colaborativa. También podría alquilar todo el piso durante el tiempo en el que esté de viaje y tener así una mayor fuente de dinero.

  • Invertir en productos financieros. Los fondos de inversión son uno de los instrumentos más populares entre quienes buscan obtener rentabilidad con su dinero. Ella ha pensado que sería una buena idea asesorarse con un profesional para elegir el que mejor se adapta a su perfil y necesidades, teniendo en cuenta el tiempo durante el cual quiere mantener la inversión y el beneficio que busca. Además, le interesa especialmente invertir en fondos sostenibles para beneficiarse de la rentabilidad al mismo tiempo que apoya proyectos responsables, en línea con sus preocupaciones ambientales y sociales.

  • Crear contenidos digitales. Esta modalidad ha tomado fuerza en los últimos años gracias a las redes sociales y webs especializadas que sirven para publicar información o productos virtuales, y recibir a cambio una retribución económica por ello. En su caso, Sara podría crear un curso online de historia y venderlo en una plataforma de e-learning (aprendizaje electrónico), escribir un e-book (libro electrónico) para comercializarlo a través de Internet, o también podría compartir las fotografías que realice durante su viaje en un banco de imágenes para obtener dinero por las descargas. Por lo general, este tipo de contenidos requieren un mayor esfuerzo en la etapa inicial o de creación.

  • Vender artículos de segunda mano. Esta modalidad tiene cada vez más seguidores porque es una forma ideal para darle una segunda vida a objetos electrónicos, ropa, muebles, etc., reduciendo el consumo de recursos y ofreciendo un precio atractivo. Existen aplicaciones y páginas webs en las que Sara puede publicar los bienes que quiere vender para obtener así dinero adicional. Aunque la fuente de ingresos depende de tener artículos para vender, esta opción es bastante cómoda, pues no requiere de inversión ni grandes esfuerzos para ponerla en marcha.

  • Aprovechar el talento. Así como existe la posibilidad de obtener ingresos por los contenidos en el mundo virtual, lo mismo ocurre en el mundo físico. Talentos artísticos como la pintura y escultura o habilidades manuales para fabricar artículos de decoración pueden servir como fuente de ingresos pasivos. La clave es que las creaciones sean el resultado de una afición y que su producción y comercialización no demande demasiado tiempo y esfuerzo.   

Errores que se deben evitar con los ingresos pasivos

En torno a esta forma de obtener dinero adicional existen mitos e información errónea que puede hacer que las personas no alcancen sus objetivos financieros o abandonen prematuramente las iniciativas que ponen en marcha.

Pensar que los resultados son inmediatos es un error que suele ser común, pues desde el comienzo es necesario establecer plazos razonables y realistas para empezar a obtener ingresos. La constancia es una de las claves para alcanzar el éxito.

Otro error que debemos evitar es el de confundir el significado de “pasivos” con no hacer nada. Como ya hemos explicado, este tipo de ingresos no debe requerir un esfuerzo y dedicación igual a la de un trabajo tradicional, pero sí es fundamental, sobre todo al comienzo, implicarse adecuadamente para que el proyecto sea rentable.

En ese mismo sentido, es necesario saber que los ingresos pasivos no se traducen en dinero fácil, pues para escribir un e-book, pintar un cuadro o grabar un curso se necesitan destrezas que no todos tenemos. Lo mismo ocurre con el dinero que invertimos en productos financieros o que utilizamos para comprar el piso que queremos alquilar, ya que, seguramente, para conseguirlo, fue necesario tiempo y esfuerzo.

¿Hay que declarar los ingresos pasivos?

En general, los ingresos pasivos son considerados como una actividad económica sujeta a declaración, debido a que se trata de la prestación de un servicio o la venta de bienes -virtuales o físicos- a cambio de una retribución dineraria. Sin embargo, dependiendo de la legislación de cada país, pueden estar exentos u obligados a tributar en función de factores como el valor de los rendimientos obtenidos o la frecuencia de la actividad.

Si te interesa ampliar la información, en este artículo de Tu Futuro Próximo, el blog de Santander Consumer España, aprenderás qué es la libertad financiera y cómo puedes alcanzarla, utilizando métodos como los ingresos pasivos.

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