En esta época en que la vida digital forma parte de nuestro día a día nos encontramos con la necesidad de usar contraseñas en muchos sitios de la red, como son el correo electrónico, las redes sociales, las compras online, las zonas de usuarios, etc.
  

Elegir una buena contraseña no es cosa de segundos, tienes que pensar que la robustez de tu contraseña tiene una relación directa con la información o dispositivos que protege. Estamos habituados a utilizar palabras fáciles que tienen un significado para nosotros como el nombre de nuestra mascota, fechas de aniversarios, equipo de fútbol etc. 

También es costumbre poner la misma clave en todos los dispositivos y correos pensando que ningún extraño podría descubrirla o, lo que es muy común, que no somos de interés para un ciberdelincuente. 

No sería la primera vez que a una persona ‘común y corriente’ le suplantan la identidad, hacen compras con su tarjeta de crédito o le roban el dinero que tiene en el banco. 

En el informe de la empresa de seguridad Verizon de 2019 se revela que más del 80% de las vulnerabilidades relacionadas con ciberataques se deben al uso de contraseñas poco seguras o robadas. Por eso, te ofrecemos unos consejos para que esto no te pase.
 

Cómo elegir una buena contraseña

Crear contraseñas robustas y únicas es el paso más importante que debes dar para proteger tus cuentas online. Te recomendamos poner una clave que esté compuesta por más de tres palabras y que puedas recordar fácilmente, lo cual se denomina passphrase o frase de seguridad. El Instituto Nacional de Tecnología recomienda poner una frase con un mínimo de 23 caracteres formando tres o cuatro palabras. Recuerda: cuanto más larga sea esta, mucho mejor. Por ejemplo, “29 Gatos azules en el sofá” es más seguro que “29Gatos!”. La primera tarda siglos en descifrarse, mientras que la segunda solo llevaría dos días en ser adivinada. 

Tu fecha de nacimiento o algo que se relacione directamente contigo y tu vida personal son contraseñas que se deben evitar. También ten en cuenta que debes utilizar claves diferentes para cada cuenta. De esta manera, si alguien consigue tu clave no podrán acceder al resto de tus cuentas.

¿Qué es el múltiple factor de autenticación?

El múltiple factor de autenticación (MFA) impide que otras personas tengan acceso a tus cuentas a través de un paso extra en la identificación.

Cuando rellenas los campos de usuario y contraseña para entrar en un ordenador o en tu perfil en una zona online, son cada vez más las plataformas que te solicitan una comprobación extra de tu identidad. Como explica el Instituto Nacional de la Ciberseguridad, la autenticación multifactor significa comprobar dos o más veces, mediante mecanismos diferentes, que somos quienes decimos ser. 

Vamos a un ejemplo más práctico: en el cuento de la Cenicienta, si el príncipe azul no hubiera comprobado con sus propias manos que el zapato era efectivamente el de Cenicienta (MFA), el cuento tendría un final menos feliz. Muchas quisieron hacerse pasar por Cenicienta pero el zapato de cristal solo le valía a la auténtica.

En este sistema de autenticación, no solo basta con una contraseña para acceder a lo que necesitas, sino que el programa o la aplicación te pedirá que corrobores tu identidad de otra manera: mediante un código que te envían al teléfono móvil, una llamada de seguridad o, como posibilitan algunos smartphones, el reconocimiento facial o la huella digital.

Si a partir de ahora tienes en cuenta estos consejos básicos de seguridad con respecto a tus contraseñas, tu vida online estará más segura.

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