Xilinat, Plastecowood y Breeze Technologies: desglosamos la historia de los tres ganadores de la categoría Be Mindful de Santander X Environmental Challenge.

Santander X Environmental Challenge, el reto global lanzado a emprendedores con soluciones innovadoras para construir un futuro más sostenible e impulsado por Banco Santander, a través de Santander X, nuestra comunidad global de apoyo al emprendimiento, llegaba a su fin el pasado 29 de abril con la elección de los seis proyectos ganadores. El objetivo de este reto no es solo apoyar el emprendimiento sostenible sino dar también toda la visibilidad posible a una parte de la comunidad emprendedora que necesita respaldo económico, mentoría y visibilidad. 

Se inscribieron a Santander X Environmental Challenge más de 850 empresas emergentes, pero solo 20 llegaron a la fase final y únicamente seis se alzaron con la victoria.  Las ganadoras fueron aquellas que destacaron por la innovación de su propuesta, su viabilidad, el potencial de impacto y su escalabilidad. Cada una de las startups vencedoras recibieron 20.000 euros, mentorías impartidas por los expertos de la red global de Oxentia Foundation, la oportunidad de presentar sus soluciones al Fintech Station, equipo de innovación abierta de Santander,  además de obtener visibilidad en las redes sociales y canales de Banco Santander. 

Este reto ofrecía la posibilidad de inscribirse en dos categorías:

  • Be Sustainable: para soluciones que fomentaran la financiación y las inversiones verdes.
  • Be Mindful: para los proyectos que ayudaran a crear conciencia sobre la importancia de reducir la huella ambiental.

Tras pasar varias semanas desde que se celebrara la gran final, los ganadores comparten con nosotros qué está suponiendo para ellos esta victoria. Hace poco hablábamos sobre los ganadores de la categoría Be Responsible y en esta ocasión os presentamos a los tres ganadores de la categoría Be Mindul.

Final Santander X Environmental Challenge

Xilinat es la empresa del mexicano Javier Larragoiti, cuya actividad se centra en obtener xilitol, o azúcar de abedul, un endulzante natural mucho más saludable que el azúcar, con el desafío de generarlo a partir de procesos 100% sostenibles. 

La historia de Xilinat comienza con un problema que Javier vivió muy de cerca. Y es que a su padre le diagnosticaron diabetes por lo que tuvo que reducir el consumo de azúcar. En ese momento Larragoiti, ingeniero bioquímico e investigador, descubrió una alternativa que hoy es ya una realidad, y además completamente sostenible. 

Durante dos años, Larragoiti investigó y experimentó hasta dar con una solución que actualmente es el secreto de la viabilidad y la sostenibilidad de Xilinat: comprar residuos agrícolas cuyo destino era ser quemados y transformarlos en xilitol a través de un proceso biotecnológico que, por un lado, evita la emisión de gases por combustión y, por otro, tiene un fuerte componente social, ya que esa compra supone un ingreso extra para campesinos que, en ocasiones, viven cerca del umbral de la pobreza. Este aspecto social del proyecto es, según destaca este ingeniero, la mayor gratificación. “Comprando sus residuos, ahora mismo hay trece familias de campesinos que han podido hacer mejoras en sus viviendas, comprar útiles escolares e, incluso, electrodomésticos”.

Hoy Xilinat ya está invirtiendo la dotación económica del premio recibido en el Santander X Environmental Challenge para escalar su proceso de producción, y aprovechando las mentorías para idear estrategias de negocio que les permitan ampliar su mercado. Según Larragoiti, “hoy en día todos tenemos que ser hippies con corbata: tenemos que generar proyectos que resuelvan problemáticas sociales y ambientales pero sin perder de vista su rentabilidad, que es lo que garantiza su existencia a largo plazo”. 

Xilinat

Otro premio de este reto global recayó en los galeses que firman el proyecto Plastecowood, Henning von Spreckelsen, CEO de la startup, y Paul Segal, Director Comercial. Este proyecto reprocesa residuos plásticos para producir tablas de madera plástica duradera y ecológica, un producto que puede sustituir madera real, metal, hormigón o plástico virgen en variedad de aplicaciones. El material es 100% reciclable al final de sus aproximadamente 30 años de vida útil.

De manera similar a la visión de Larragoiti con Xilinat, Paul y Henning vieron la necesidad creciente de dar una salida útil a los residuos, en este caso, envases de plástico mixto, residuos que de otra manera irían al vertedero, a incineradoras o lo que es aún peor, al mar. 

Su solución permite una operación de economía circular que facilita a clientes comerciales, gestores de residuos y autoridades locales minimizar su huella de carbono, mejorar sus credenciales ambientales e incluso reducir obligaciones fiscales de residuos al entregarlos a Plastecowood para su tratamiento y reciclaje. El resultado es que el cliente final recibe un producto prácticamente idéntico a la madera ensamblada pero sin utilizar materiales vírgenes. 

Llegar hasta donde lo han hecho ha sido un camino duro. Según Henning y Paul, lo más complicado fue generar conciencia sobre la existencia y usabilidad de su producto, al que llaman, Smartawood, y sobre todo, convencer de su resistencia, longevidad y sostenibilidad ambiental comparándolo con la madera virgen. Sin embargo, lo más gratificante es saber que “por cada tonelada de Smartawood que vendemos, ahorramos 700 kg de carbono al vertedero o la incineradora. Dicho de otro modo, salvamos casi tres árboles y reciclamos más de 25.000 envases de plástico que de otro modo arruinarían el paisaje.” 

Paul y Henning terminan su relato destacando que si un día vamos a los humedales de Raihnam Marshes (Reino Unido), donde la Royal Society for The Protection of Birds (RSPB) tiene una reserva natural, debemos fijarnos en el material que pisamos cuando caminemos por sus pasarelas. Estas están fabricadas a partir de Smartawood, por lo que evitan cualquier daño en el ecosistema. Las pasarelas, tradicionalmente construidas a partir de madera virgen, se convertían con el paso del tiempo en algo húmedo, viscoso y resbaladizo, se pudrían fácilmente y su mantenimiento era muy caro. Las nuevas pasarelas ya no presentan ninguno de esos problemas. 

Plastecowood

Otro de los ganadores del reto Santander X Environmental Challenge, en la categoría Be Mindful, fue el proyecto alemán Breeze Technologies, que permite a las empresas monitorizar, gestionar y optimizar la calidad del aire en interiores, ciudades y entornos industriales.

La contaminación atmosférica es la mayor amenaza para la salud medioambiental. Ante esta problemática, la solución que propone Robert Heinecke, CEO de Breeze Technologies, es habilitar datos hiperlocales sobre la calidad del aire a través de sensores dispuestos en áreas metropolitanas que integran una única plataforma central en la nube y que aportan datos macro sobre el estado del aire de una ciudad, un dato fundamental para poder determinar qué clase de desafíos tienen por delante para limpiar ese aire. Para ello, Breeze Technologies ha generado un catálogo con más de 3500 acciones claras y recomendaciones. 

Para Heineke “los problemas medioambientales y climáticos de nuestro tiempo son realmente un desafío clave que debemos abordar como sociedad si queremos dejar un planeta mejor a las futuras generaciones.” 

Breeze Technologies

Santander y su compromiso con la sostenibilidad

En Santander continuamos avanzando en nuestro  compromiso con el crecimiento inclusivo y sostenible y la lucha contra el cambio climático. Como muestra de este compromiso, acabamos de convertirnos en miembros fundadores de la Net Zero Banking Alliance  promovida por la Iniciativa Financiera del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEPFI) y ya hemos logrado la neutralidad en carbono en nuestra  propia actividad. Además, mantenemos nuestra  ambición de alcanzar las cero emisiones netas en 2050. 

En este sentido, hemos fijado nuestros primeros objetivos de descarbonización para facilitar la transición hacia una economía baja en carbono. Nuestras primeras medidas pasan por dejar de financiar en 2030 a clientes de generación de energía eléctrica cuyos ingresos dependan en más de un 10% del carbón térmico y eliminar nuestra exposición a la minería de carbón en todo el mundo para ese mismo año. Al mismo tiempo, seguiremos adoptando medidas para reducir nuestra propia huella y acompañar a nuestros clientes en la transición hacia una economía verde.

Te puede interesar